El río Miño (Minho en gallego y portugués), o "rei dos ríos galegos", nace en la Sierra de Meira, concretamente en el Pedregal de Irimia (Meira-Lugo) y desemboca-majestuoso- en el Atlántico tras más de 300 km recorridos, rodeado de mitos y leyendas...esas que tanto nos gustan a los gallegos. La más conocida es aquella que habla de unos hombres de raza maldita que se convirtieron en piedras mientras esperaban el perdón de sus pecados y su purificación por el agua; ¡cosa que nunca sucedió!. Aquellas piedras son las que forman el Pedregal de Irimia.
Ahí nace el Miño |
Junto con el Sil- que vierte de forma generosa y altruista sus aguas en el Miño para mayor gloria de este-, constituyen las dos grandes columnas fluviales de Galicia- aunque el Sil nazca en la provincia de León, en el límite con Asturias- sin menosprecio de los demás cursos de agua gallegos: Umia, Tambre, Xallas, Ulla...
Esta italiana y un servidor, tuvimos un día soleado y muy agradable |
Esta salida en moto no fue, ni pretendió serlo, un gran acontecimiento: nada de preparativos, nada de grandes fastos previos, nada de pompa. Fue algo humilde y sencillo. Uno de esos días de tranquilidad, de poner en orden las cosas, de disfrutar uno solo con su moto, unos bocadillos y un banco de piedra para comer tranquilamente al sol. De eso se trataba...y puede que de eso se trate parte de la vida, ¿no?.
Entorno muy agradable y tranquilo del Pedregal de Irimia |
Bienvenidos de nuevo amigos, fieles y perseverantes, de 10 Pulgadas.
Ya os decía que esta no fue una salida en moto rimbombante, no; fue una de esas salidas "válvula de escape¨, que deberían ser prescritas como alternativa a los ansiolíticos y antidepresivos.
Uno de los mejores antidepresivos que conozco: un día en moto |
Es una de esas salidas en las que vas a ver "algo", pasando el camino a un segundo plano...¡en teoría!. Sí, realmente lo que quería era ver el nacimiento del Miño y llegar por una carretera u otra no me era importante.
El Pedregal del Irimia |
De todas formas, cuando vas en moto casi todas las carreteras muestran su atractivo oculto, su lado hermoso que, casi siempre, permanece oculto a quien elige otro tipo de transporte.
Compartimos un buen rato al sol |
Ese día hubo de todo: autovía, carretera nacional, carretera comarcal y algún brevísimo trozo de pista asfaltada.
El recorrido (ida y vuelta) |
No hay mucho más que contar. Acompañan a estas líneas unas cuantas fotografías de ese día y, solamente, recomendaros que os acerquéis por allí, por el nacimiento del río...es otra suerte de peregrinaje.
¿La moto?, igual que siempre: poco consumo, un derroche de buenas sensaciones (y de vibraciones 😂), cómoda y ¡muy placentera!.
¡Cuidaos y cuidad de vuestra montura!
P.D. Espero, si tengo salud y cuatro "perras" en el bolsillo, hacer una serie de salidas dedicadas a los ríos.
Grande César. Eres capaz de hacer amena hasta una entrada tan breve. Espero con ganas esas salidas a los ríos.
ResponderEliminarPerdón. Soy Pablo, de Asturias
EliminarMuchas gracias por tu comentario...¡y por pasarte por aquí, Pablo!. Espero comenzar pronto con esa serie sobre los ríos. ¡Un saludo!
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