domingo, 17 de septiembre de 2023

EL MIÑO ELÉCTRICO (LOS SALTOS DEL RÍO MIÑO)

    ¡Saludos, mis fieles y selectos seguidores de 10 Pulgadas!     

    Los ríos, creo que nadie lo duda, son parte esencial de la vida: aportan el agua necesaria para multitud de actividades básicas para los seres vivos, suministran alimento, son vía de transporte y comunicaciones, etc.

    Las primeras civilizaciones de las que se tiene conocimiento se desarrollaron en los valles formados por los ríos en Mesopotamia, en la India, en Egipto...; el agua posibilitó la aparición de la agricultura y la ganadería, así como el nacimiento de las primeras civilizaciones.

    Cuando el ser humano busca un nuevo asentamiento, lo primero que suele procurarse es un abundante, limpio y constante abastecimiento de agua; creo justo, pues, dedicar un par de entradas a los ríos de nuestro entorno; en este caso al río Miño, "o pai dos ríos galegos" ("el padre de los ríos gallegos"). Esta entrada es la tercera y creo que cerrará la serie del Miño.

    10 Pulgadas ya ha visitado el "nacimiento del Miño", ha recorrido el "sur miñoto de la provincia de Pontevedra" y el río ha estado presente- en mayor o menor medida- en varias entradas.

"Sa Niedda" posando en un puente sobre el Miño (Castrelo de Miño)


    Aquí, cómo siempre, no se habla de temas que no tengan que ver con los viajes y las motos, por lo que no entro a valorar la conveniencia o no, la existencia de impacto ambiental o no, el posible daño a la fauna y flora, etc, que puedan ocasionar las presas y saltos. Eso queda para otros foros de discusión.

    Los embalses, las presas y las centrales hidroeléctricas han tenido y tienen una importancia capital en el desarrollo de las sociedades humanas: retienen agua de precipitaciones y deshielos que se utiliza para consumo, riego y producción de electricidad. Vale, aquí lo dejo. Ahora, ¡a la moto!.

    Ha pasado la molestia, ligeramente ordinaria, calurosa y hortera de los veraneantes- con excepciones- de julio y agosto. Septiembre es más elegante y discreto. 

    Alguna vez he comentado por aquí que no suelo hacer salidas con la moto en plena canícula: soporto mal el calor en moto y tengo una cierta fobia a las multitudes y al olor a bronceador.

    Por eso cuando llega septiembre- aparte de ser el mes en el que cumplo años-, me siento más relajado, con más ganas de buscar esos rincones que se hacen más atractivos por el mero hecho de llegar en moto.

    Esta salida tendría que haber sido una escapada en busca del nacimiento del otro gran río gallego, el Sil, pero la economía no está para demasiados gastos, así que me he conformado- ¡y me alegro mucho!- con ir "saltando de salto a salto" del Miño😅.

    El primer salto/ presa, de los cinco que hay, contando desde mi domicilio hacia el nacimiento del río, es el de Frieira. Después viene el de Castrelo de Miño, el de Velle, el de Os Peares y el de Belesar.

    Salto de Frieira

    Finalizado en 1970, divide los concellos de Padrenda (Ourense) y Crecente (Pontevedra) y casi hace divisoria con Portugal.

    Desde Vigo, la mejor forma para llegar con una moto de carretera que he encontrado es tomar la salida 18b de la A-55 con dirección "Porriño (sur)/ Salceda/ Salvaterra" y por la PO-510 y la PO-400 llegar hasta la presa. Estas dos últimas carreteras- especialmente la PO-400- son muy agradables para hacer en moto...¡sin prisa!.

Salto de Frieira

    
    En la entrada "El sur miñoto de la provincia de Pontevedra" tienes, estimado lector, más datos acerca de toda la zona de Frieira y del Miño Sur.

    Salto de Castrelo de Miño

    Nunca, que yo recuerde, había estado aquí. 

    Así como los últimos kilómetros de aproximación a Frieira, desde la PO-400, me han parecido un precioso decorado, una trabajada maqueta, el entorno del salto de Castrelo me ha subyugado. 

    Situado a unos 30 kilómetros de Frieira, recibe el nombre del embalse homónimo. La ruta desde Frieira hasta Castrelo, hay que hacerla- salvo que tengas prisa y optes por la A-52- por la ribera derecha del río; es un recorrido con un trazado de los que gusta hacer en moto, con muy buen asfalto, casi total ausencia de travesías- salvo Ribadavia-, con el río a la derecha y flanqueado por mucha vegetación. ¿Quieres más?.

Embalse de Castrelo de Miño


     Terminado en 1969 su entorno es tranquilo, agradable, equilibrado; el embalse, la presa, el puente "nuevo", el puente de hierro (1912), el río y el entorno, forman un conjunto en el que puedes estar un largo rato sin hacer absolutamente nada más que respirar y observar. Balsámico.

Salto de Castrelo de Miño

    
El puente de hierro de Castrelo


    

El Miño en Castrelo



La italiana en el puente de hierro de Castrelo

    

    La verdad es que me entretuve más de lo habitual en este paraje...¡se lo merece!.

    Salto de Velle

    Desde Castrelo tomo la A-52- la mañana tiene un tiempo limitado- hasta Ourense en donde enlazo con la N-120 que, tras 3 kilómetros, me deja en el salto de Velle.

    Inaugurado en 1967 tiene un entorno- me han sorprendido casi todos- bastante cuidado, agradable y limpio.

    Hay un par de elementos- rueda de álabes y una enorme válvula motorizada- a modo de esculturas en la zona de césped a un lateral de la presa. A los que nos gusta caminar nos gustaría tener cerca un paseo como el que llega desde la ciudad hasta aquí.

Salto de Velle



"Modesta" válvula 



Ourense desde Velle

        Es un lugar muy agradable, con una interesante vista de la ciudad y un hipnótico descargar agua de la presa (se puede cruzar con la moto de lado a lado por la coronación de la presa).

Descarga en Velle


    ¡Hay que continuar!

    Salto de Os Peares

    Desde Velle es muy sencillo- escasos 20 kilómetros- llegar hasta el próximo destino en el salto de Os Peares...¡siempre que la carretera no esté cortada a 400 metros del final!.

   Saliendo de Velle se retoma la N-120 por un trazado muy agradable con el río siempre a la izquierda. Esta carretera- histórica unión de Logroño con Vigo- soporta un tráfico considerable, aunque si tienes suerte y la encuentras despejada, la disfrutarás mucho. Ojo, cómo siempre, con la velocidad, que hay un par de "cámaras de fotos" muy traicioneras.

    Os Peares es un lugar con una cierta magia. 

    Allí se unen tres ríos- Sil, Miño y Búbal-, es un paraje abrupto y delicado al mismo tiempo, encajonado y un sitio mítico del ferrocarril con su puente de hierro (1888).

Os Peares. Encuentro de tres ríos y el puente del ferrocarril


    El pueblo está repartido a ambas orillas del encuentro de los ríos. Cuando llegué, la carretera- N-120a- que sube hasta la presa estaba cortada, por lo que tuve que regresar, cruzar al otro lado del pueblo por el puente nuevo y por una carretera- más bien una pista asfaltada, parcheada y llena de grava- llegar hasta la presa y la central.

    El siguiente es un vídeo grabado desde Ourense hasta el salto de Os Peares





    El entorno de esta es, con diferencia y para mí, el menos agradable, el más seco y duro; nada amable con el visitante.

    

Salto de Os Peares

    

    Inaugurada en 1955, retiene las aguas del embalse homónimo y está situada entre los municipios de Carballedo y Pantón, en la provincia de Lugo (sí, está pegado a Ourense capital pero esto ya es Lugo). Es la segunda en cantidad de energía eléctrica generada.

    Arranco que todavía me queda una buena tirada.

    Salto de Belesar

    Tentado estuve de no ir hasta la presa/ salto de Belesar; se me había echado el tiempo encima, entre otras cosas, ¡porque salí demasiado tarde casa! 😂.

    En una media hora y unos 30 kilómetros, por la N-120 hasta la altura de Guitara y después por las- para mí- ignotas LU-P-4102 y LU-533 (sin apenas tráfico, bien de trazado y asfalto), te plantas ante el salto de Belesar.

Salto de Belesar

    Le da nombre el embalse al que retiene, conocido por albergar bajo sus aguas los pocos restos que pueden quedar del antiguo pueblo de Portomarín, trasladado en 1962 al cercano monte do Cristo- piedra a piedra- por la construcción del embalse.

Entrada a Portomarín (reconstruído)



Restos del antiguo Portomarín

    El salto se inauguró en 1963, siendo el de mayor producción hidroeléctrica de todos los del Miño.

    Ya el hambre empieza a azuzar y va siendo hora de regresar a casa.

    Un agradable recorrido por las LU-533, N-540, AG-56 y OU-901 (...vamos, ¡que he regresado por donde ha querido el móvil! 😂), me conecta con la AG-53 pasado Cea. De aquí a Ourense y, por la ya más que conocida y recorrida A-52, a casa.

    La mañana ha sido muy, pero que muy, productiva. Buena ruta, sitios y paisajes que no desmerecen a otros de gran fama turística, tranquilidad y una moto cómoda, rápida cuando es necesario, económica de consumo y muy adictiva; y todo esto en cuatro horas y casi 300 kilómetros (293, exactamente).

El recorrido


     Hasta la próxima, estimados y fieles lectores de 10 Pulgadas.

    


    

    


    

    

    

sábado, 2 de septiembre de 2023

CALIDAD, ¿QUÉ CALIDAD?

     Permitidme, amigos de 10 Pulgadas, que haga un símil con el título de uno de los grandes álbumes de Supertramp (Crisis What Crisis?) para encabezar esta entrada del blog.

    Hoy no va de visitar un sitio relevante, de describir una carretera con buen trazado y paisaje, de relatar las andanzas en moto por algún lugar. No, hoy va de análisis y crítica.

    No me habría animado a escribir esto si a mediados del mes de junio (2023) la firma GIVI hubiese respondido de la forma moral, legal y comercialmente correcta a una demanda mía de sustitución de dos pequeñas piezas de un parabrisas que ellos fabrican...y que yo sufro.

    El parabrisas en cuestión es un GIVI A660 (Parabrisas universal con kit de anclajes, ahumado, 42,5x42 cm), que yo adquirí hace un (1) año- semana arriba o abajo- en la página web de Motocard.

El A660 en la página web de GIVI
 

    Cuando se rompieron- reventaron, mas bien-, los dos soportes que anclan el conjunto del parabrisas al manillar, me puse en contacto con el vendedor (Motocard) que atendió mi reclamación y la traspasó al fabricante (GIVI).

Los anclajes del parabrisas. Sin comentarios (Junio 2023)


    Se puede apreciar en la fotografía superior que los alojamientos de las tuercas están reventados y estas se han salido, dejando de cumplir con su función de mantener el apriete del conjunto.

    La respuesta de GIVI fue tajante: "No ha lugar para la reposición de las piezas deterioradas".

    Motocard se comportó de manera más que correcta y me envió dos anclajes nuevos sin coste alguno para mí, cosa que agradecí, ya que comprar unos soportes nuevos no está económicamente a mi alcance en estos momentos, aunque su precio sea casi irrisorio.

    El detalle de Motocard me ha permitido seguir teniendo protección aerodinámica en la moto, cosa que valoro muy por encima de velocidad punta o potencia. La alternativa era desmontarlo e ir "a pecho descubierto" y, en invierno o en un viaje es incómodo. Además, casi siempre he llevado parabrisas y las pocas veces que lo he desmontado, no he ido nada cómodo.

    No voy a entrar en si tendría que haber reclamado más firmemente, a través de la Oficina de Consumo, ni otras gaitas; sencillamente Motocard me resolvió la papeleta.

    GIVI es una empresa italiana de accesorios para moto fundada por el señor Visenzi (Giuseppe) en el año 1978. No son bisoños. No son baratos. No son del montón. Son GIVI.

    En su página web declaran que "La misión de GIVI incluye el compromiso de proyectar, realizar y distribuir productos de calidad" y "...es el de ser identificados (sus productos) como los más fiables compañeros de viaje de cada motorista".

    Pues no, no lo comparto.

    He tenido, anteriormente, varios productos de esa marca; concretamente dos bolsas de viaje que utilicé sobre la GTS en varios viajes y un soporte de teléfono. Una de las bolsas se deshizo- literalmente-, por una de sus costuras inferiores en su "viaje inaugural" (Vespa World Days 2009) y fue sustituida por una nueva gracias a las buenas maneras del comercial que me la vendió. Una vez sustituida cumplió bien su función, aunque con dos o tres fallos de diseño importantes: cremalleras demasiado toscas, sistema de anclaje poco práctico y una funda impermeable...¡que no era impermeable!.

    La funda del teléfono...mejor no comentar nada sobre aquella cosa.

    Esta empresa tiene hoy un caché y un marchamo de producto top de diseño italiano, de nivel, que no se ajusta a su realidad.

    Evidentemente hablo de los productos GIVI que he tenido o tengo y de mi experiencia con ellos.

    En cuanto a diseño, con muchas carencias. En cuanto a calidad, muchas más.

    Me voy a centrar en el parabrisas y esto son opiniones totalmente subjetivas, aunque mi formación como diseñador me permite un cierto grado de crítica.

    - La pantalla tiene una forma, tamaño y calidad aparente del material (¿acrílico, policarbonato?) buenas, correctas.

    - Los anclajes al manillar son de lo peor que he visto en piezas de plástico, polímeros o cómo quieras llamarlo; mal diseñadas en su sistema de apriete y mala calidad del material (desconocido, ya que no figura el código de material por ningún sitio).

    - Las barras de unión se salvan en cuanto a resistencia y acabado.

    - Los anclajes de la pantalla a las barras de unión...se me ocurren varios comentarios sobre quién ha diseñado o decidido esta chapuza que puedes ver en la siguiente fotografía.

    

Anclaje pantalla-barras de unión. Se sueltan solos, no te esfuerces en apretarlos
    

    Por mucho que los aprietes (también hay una falta total de información sobre los pares máximos de apriete de cada unión y sobre el tipo de plástico), acabarán por salirse de su sitio y, si te sucede en marcha, ¡te llevarás un buen susto!.

    He probado a rellenar el hueco de alojamiento con adhesivos (*) de todo tipo y ¡ni así!.

    ¿Tan complicado o costoso habría sido hacer una unión roscada?. Complicado no: las hay hace décadas en acero-plástico. Costoso tampoco: se habrían ahorrado tornillo, tuerca, tapa de cabeza de tornillo (se salen solas y las pierdes...) y fabricar la pieza plástica en dos partes es más caro que de una sola pieza de inyección.

    

Al día siguiente de montar el parabrisas ya se perdió la primera tapeta. ¡Hoy ya ni las repongo!.

     - El sistema general del parabrisas está pensado con esa noble parte del cuerpo que nos permite sentarnos sobre algo muelle; se mueve, se menea, se estremece, se bambolea, se retuerce, se...¡Sólo tiene dos (2) anclajes al manillar!. 

    A partir de 80 km/h, él va a su bola. Da igual que lo aprietes y lo reaprietes mil veces, un sistema diseñado así, se mueve y punto.

    Aquí, evidentemente, la culpa es mía; no tenía que haber comprado un parabrisas con un anclaje así pero...¡hombre, siendo de GIVI!...

    En resumen: estoy muy cabreado porque soy de los que quieren creer que en pleno siglo XXI las cosas se tienen que fabricar- sobre todo las de un cierto rango de precios- de otra manera, con más calidad.

    Igual en GIVI- aplicable a casi toda la industria-, se tendrían que replantear algunas cosas y recordar ese conocido proverbio francés que reza:

    "El precio se olvida, la calidad permanece"

    Yo, el precio y el desaire de GIVI no lo olvido.

Saludos, queridos amigos y fieles lectores de 10 Pulgadas

Hasta la próxima (que espero sea para contaros sobre alguna salida en moto)

    

  (*) Probando un "nuevo" tipo de adhesivo, ha ocurrido un accidente que ha dejado marcada de por vida la pantalla. La solución: pintar de negro (previa imprimación y posterior barnizado) la parte inferior para enmascarar la señal del adhesivo (muy, muy grande 😅). No ha quedado nada bien, pero me da exactamente igual. Tampoco me desagrada demasiado...igual continuo con la "personalización" con algunos adhesivos chulos que tengo por ahí.  

Así ha quedado después de pintarlo