miércoles, 17 de noviembre de 2021

BAJO LAS AGUAS I (LA ANTIGUA ALDEA DE ACEREDO Y EL PARQUE NACIONAL PENEDA-GERÊS)

    
    Alguna que otra vez me ha sucedido que, puesto a escribir y con el ánimo y el entorno adecuados, no he sido capaz de poner sobre blanco el hervidero de sensaciones y cosas vividas sobre la moto. Esta fue una de esas temporadas. Son situaciones extrañas y con un intenso componente egoísta: casi prefiero guardarme lo vivido y no compartirlo, con miedo, por un lado, a no ser capaz de contarlo bien y, por otro lado, a que ya no sea únicamente mío. Es complejo, igual que quien escribe.
    Bueno, vamos allá, a ver qué sale.
    La vieja aldea de Aceredo- en el término municipal de Lobios (Ourense)- es una de esas localidades que quedaron sumergidas, sacrificadas, casi inmoladas, en las aguas de embalses destinados a producir energía eléctrica de la que, curiosamente, no se beneficia. En este caso sumergida- junto a Buscalque, O Bao, A Reloeira y Lantemil- en 1992 en las aguas del río Limia, por la construcción de la presa de Lindoso al otro lado de la raia, en Portugal.
    Un día cualquiera una noticia en un diario decía que, debido al bajo nivel de las aguas del embalse de Lindoso, había quedado a la vista la aldea de Aceredo; una noticia que podría pasar inadvertida entre las habituales desgracias con las que parece que la prensa disfruta y se regodea cómo los gorrinos en el barro. De las noticias ya no tengo noticias hace tiempo, pero me interesó esta por estar fuera del amargo y asfixiante contexto habitual.
    No conocía la historia de Aceredo y las otras aldeas. Sabía, eso sí, del caso de Portomarín (Lugo), al que seguramente dedicaré otra entrada del blog.
    Dejando a un lado cualquier tipo de componente político, económico, social, etc., estos casos de localidades que han quedado sumergidas me atraen mucho, ya que tienen un tufillo verniano  y hasta herguiano (Georges Prosper Remi "Hergé", creador de Tintin), con la promesa- ¿ingenua quizá?- de aventuras, tesoros, malvados contrabandistas o, simplemente...¡quién sabe qué!. Además había otro atractivo elemento añadido: el Parque Nacional Peneda-Gerês, que forma parte de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés https://www.reservabiosferageresxures.eu/es
     Claro, ¡tuve que ir!.
    La moto estaba con la revisión general muy reciente, ¡en plena forma! y yo muy dispuesto.
    Arranqué sin prisas una mañana cualquiera. Tarde, la verdad es que realmente tarde, a las 11:30.
    El ritual que no puede faltar mientras el motor se calienta: chaqueta, guantes, casco...
    Primera- ¡sin un clonk aunque sea una Guzzi (algún día os contaré el secreto 😅)!- y nos vamos. 
    La Negra suena de maravilla- silenciosos Mistral- y voy acomodando el culo, las piernas, los brazos...¡nos quedan unas cuantas horas por delante!.
    Sin más novedad que los estúpidos de siempre que conducen más atentos al móvil que a la carretera, llego a Valença (P) y enlazo con la N-101 hasta la altura del desvío a  Troviscoso por la N-304. Carretera agradable, buen asfalto, poco tráfico y divertidas curvas- algunas un poco cabronas con radio variable- y paisaje notable en algunos puntos.
¡De nuevo en la carretera!

     

    En Sistelo, la N-304 se convierte en la N-202-2 que me llevará a enlazar nuevamente con la N-101 cerca de Arcos de Valdevez y de ahí, cruzando el río Limia, por la N-203 con dirección hacia algún lugar, ya que no tenía una planificación cerrada y me dejé llevar en parte por el navegador del móvil y en parte por instinto...la próxima vez le haré más caso a mi instinto 😂.
    La verdad es que el tramo por la N-203 era cómodo, agradable, bonito y con el río Limia por la banda de babor hasta que en algún punto del recorrido tengo que echar pie a tierra: ¿de verdad es por ahí?; la perspectiva no es muy halagüeña pero ya que estamos metidos en faena, ¡vamos allá!. 
    Aquello llamado CM-1346 es una carretera que tira para arriba todo el tiempo. En su descargo hay que decir que está muy bien asfaltada, tiene dos carriles...¡uy!, ¿qué sucede aquí?. Se han terminado los dos carriles y ahora voy circulando en 2ª velocidad por una pista asfaltada- sigue siendo la CM-1346- que sigue tirando para arriba...pero ¡para!, hay que tomar otra pista más estrecha todavía y más empinada...¡ya no es la CM-1346, se ha acabado la nomenclatura!.
    A estas alturas yo, que me esperaba un viaje placentero, empezaba a dudar de si había sido una buena idea el haber salido de casa.
    No hay edificaciones, no hay seres humanos, no hay nada salvo alguna vaca, la estrecha cinta de asfalto- gris y sorprendido por el inesperado contacto de unos neumáticos-, piedras graníticas revestidas de líquenes y paz, mucha paz, rota por el bramido, potente pero discreto, de los Mistral.
No hay edificaciones, no hay seres humanos...


    ¡Sí ha valido la pena!.
    Termina esta pista de una forma un tanto sorpresiva: dando acceso a la explanada de la iglesia de S. Antonio de Mixões da Serra. Es casi surrealista encontrarse una iglesia, francamente peculiar, en aquel lugar perdido de casi todo resto de civilización...o eso pensaba yo hasta que comenzó a aparecer gente que venía a visitar la iglesia, unas vacas con sus recelosos y vigilantes perros pastores cruzando la pista... 
La iglesia de S. Antonio de Mixões da Serra


    Me detuve en aquel singular lugar durante un buen rato. Se estaba bien, plácidamente bien: hacía sol, buena temperatura, silencio casi absoluto, tenía más de medio depósito de gasolina y no tenía prisa alguna.
Una vaca curiosa observando a Sa Niedda


    Desde aquí y hasta Terras de Bouro que se abstengan aquellos a los que no les atraigan los sitios solitarios. Durante casi diez quilómetros discurres por un paraje que, si tienes que hacerlo de noche, tienes que tener una buena reserva de arrojo, nervios de acero y sangre fría. Ya con luz diurna te metía una cierta inquietud en el cuerpo por no saber realmente a dónde te llevaba aquella pista M-1148-2 que luego se convertía en M-531- ya más civilizada- y después en CM-1269 hasta enlazar con la N-307... ¡no sin un cierto alivio por mi parte 😂!.
Hacia Terras de Bouro


    La N-307 me lleva, con un bonito trazado de buen asfalto aunque con algunas curvas en zona de umbría, hasta la localidad de Covide en la que enlazo con la N-304 que me llevará hasta Rio Caldo, en donde el río Cávado forma una atractiva zona de actividades acuáticas.
Cerca de Covide


    Cruzo el puente más al norte de los dos gemelos que cruzan el río- el de la N-308-1- y entro en el municipio de Vilar da Veiga.
Uno de los dos puentes gemelos sobre el río Cávado


    A estas alturas en casa ya habría comido. Empiezo a tener hambre, ¡mucha hambre!.
    En Vilar da Veiga me pierdo por caminos asfaltados intentando llegar a alguna zona del río para comer allí tranquilamente. No encuentro nada. Casi todos los caminos dan a alojamientos, zonas de acampada, etc. Continúo por la misma carretera, que ahora no sé si es la N-308-1 o la ER-205-5 ya que aparecen las dos nomenclaturas, con dirección N, hacia Gerês.
    Paso la localidad termal de Gerês con, así me pareció, muchos negocios cerrados, no sé si por la época del año, el bicho o las dos cosas.
    Se termina la carretera asfaltada y cambiamos a adoquín. Pintoresco y no muy incómodo ya que está muy bien ejecutado y se ha mantenido muy bien.
    En una curva, de esas de casi 180º y en subida, veo un sitio ideal para comer: hay mesas de piedra, muchos árboles que dan sombra, una fuente de agua y no hay absolutamente nadie ni nada alrededor. ¡Perfecto!.
    Me lo tomé con mucha calma. Fuera chaqueta y a comer. Absoluta paz y sensación de lo que debe de ser la libertad absoluta. Es un sucedáneo pero me vale. 
Un fantástico sitio para parar a comer


    Recojo los bártulos- sed civilizados y recoged papeles, restos y demás- y me pongo en marcha de nuevo.
    Para postre de la comida, Portugal me hace un regalo en forma de N-308-1 convertida en la fascinante naturaleza del Parque Nacional Peneda-Gerês, llena de colores otoñales, cascadas, brisa suave y cálida, curvas, buen asfalto...
¡Qué maravilla!


    Es imposible que circules a más de 30 km/h, de verdad, no podrás.
    Te pararás varias veces. Pararás a hacer fotos o, simplemente, para estar quieto, escuchando, oliendo y viendo.
Te pararás varias veces


    Es un recorrido tristemente corto que me deja en la frontera con España, en Portela do Homem, y que me lleva por la OU-312 hasta Lobios y después por la OU-540, con dirección Portugal, hasta el puente sobre el río Limia desde el que hay unas buenas vistas sobre la aldea sumergida de Aceredo.
¡Es imposible que no te pares varias veces!


    Realmente vale la pena estar un buen rato en aquel lugar en el que, con un poco de imaginación y de ganas, podrás hasta imaginarte cómo sería la vida en aquel sitio, los sonidos cotidianos del lugar, las gentes que lo habitaban...En fin, habría que retrotraerse a 1992, año de grandes fastos en España, dejémoslo ahí.
La antigua aldea de Aceredo a la vista


    Un par de fotos y me pongo en marcha nuevamente. El recorrido de regreso me hace adentrarme de nuevo en el Parque Nacional. 
    Dos carreteras orensanas, las OU-1209 y OU-1212, me llevan de manera tranquila y pausada, disfrutando del buen firme, la magnífica temperatura y el paisaje serrano, hasta localidad de Ameijoeira- de nuevo el Portugal- y por la N-202-3 hasta Lamas de Mouro y la salida, ahora sí, del Parque Nacional.
Salida del Parque Nacional Peneda-Gerês en Lamas de Mouro


    Esta carretera, la N-202-3, es un auténtico espectáculo de naturaleza agreste, absoluta tranquilidad y ausencia total de tráfico, con un precioso trazado y buen asfalto.
Naturaleza agreste...


    A partir de Lamas de Mouro, la N-202 (sin el 3 al final) me lleva, con la misma constante de buen trazado, buen asfalto, paisaje y sensación general tremendamente agradable, hasta Melgaço y, desde ahí, a cruzar el río Miño y pasar a España en la localidad de Arbo (al que le guste la lamprea, ya sabe).
¿A quién le toca guardia hoy?



    A partir de aquí, realmente a partir de Melgaço, ya es retorno trillado y podía elegir cualquiera de las varias alternativas que tenía.
    De Arbo a A Cañiza por las ya archiconocidas PO-400 y 403 hasta el enlace de Ponteareas de la A-52 y de ahí a casa directo.
    Espero, selecto y bien querido lector de 10 Pulgadas, que te haya gustado. A mi sí, mucho. Ha tenido un efecto balsámico sobre mi baqueteado sistema nervioso y me ha hecho engancharme cada vez más a esta moto...¡cómo solamente me había pasado con su madre!: mi bien querida y nunca olvidada 850 T.
    En cifras, ¡cada vez me gustan menos! 😂, decir que fueron 276 km y 5,07 litros/100 km de consumo medio y 14 litros de gasolina (95) consumidos.   
El recorrido


    ¡Os espero en la próxima!

    P.D. Muy cerca del destino de esta salida, a 20 km en el embalse de As Conchas, se encuentra el sitio romano de Aquis Querquennis, otro "sumergido" bastante más antiguo que Aceredo.