Ya ha pasado algo más de un mes, se cumplió el día 14, desde que nuestras vidas sufrieron la inmensa conmoción de saber que nuestro querido amigo, compañero y hermano, Sergio Durán "Duranium", nos había dejado para esperarnos allá en donde nos encontraremos algún día y rodaremos juntos por toda la eternidad, como dije en su momento, por "sinuosas carreteras impecables". Eso sí, algún pistón gripará, pero ahí estarás tú, hermano Sergio, para cambiarlo y darnos consejos para un buen rodaje. Te quisimos, te extrañamos y te recordaremos siempre. Tenlo por seguro. Y a ti, Lisa y a vuestras hijas, recordaros que tenéis todo el apoyo que seamos capaces de brindaros muchos, muchísimos, de los que, desde que os conocemos, nos consideramos parte "añadida" de vuestra familia.
Ha pasado algo más de un mes, decía y, hasta ahora, no había tenido ánimo, ganas ni tiempo de escribir o de hacer casi nada que no fuese rutinario: dormir, comer, trabajar...La noticia fue un mazazo y todavía hoy cuesta asimilarla.
Tenía pendiente desde hace un largo tiempo, aquel desafío de recorrer 1000 km en una sola jornada, haciendo las paradas imprescindibles para repostar, comer...o lo que fuese menester. Vamos, que tampoco se trataba de pegarse con cianocrilato al asiento, pero tampoco de ir haciendo visitas turísticas. No hay más fotografías que las del cuadro indicando la hora y los kilómetros. Repito, no era turismo. Sí hay trozos de vídeo (bastantes) que, cuando tenga tiempo, montaré y subiré a un conocido canal de vídeos.
Estaba la tarde del viernes día 7 de Julio de este año de N.S., tranquilamente (...y aburridamente) sentado delante del ordenador viendo la última entrada del blog y se me dio por empezar a repasar lo que ya estaba publicado, hasta que di con la entrada del "Desafío 1000 km". De repente, lo vi todo nítido y cristalino: mañana sábado salgo por la mañana a hacer los 1000 km en memoria de Sergio.
A partir de ese momento, fue como si me hubiesen pinchado en la nalga derecha -la que tengo más sensible por su "tramo" de nervio ciático- con una aguja de calcetar.
No tenía nada preparado. Lo primero que hice fue ver la previsión meteorológica para el día siguiente correspondiente a los distintos lugares y horas por los que tenía previsto pasar. Climatología regular: niebla en la zona de Ribadavia, algún chubasco aislado a media tarde entre Palencia y Valladolid y el resto, nubes y claros con predominio de cielos despejados. Las temperaturas, frescas hasta pasado Monforte de Lemos y rondando los 30ºC a partir de ahí y casi hasta el final del día.
Bajé rápido a revisar la Vespa ( la GTS, ya sabéis que, desgraciadamente, es la única que me queda): relleno de aceite, comprobación de refrigerante, vistazo general a la tornillería y a la gasolinera a repostar y a comprobar la presión de los neumáticos. No le hice más.
Al regresar a casa, le eché un vistazo a la chaqueta de verano (por si tenía algún roto o descosido), a los guantes (unos cortos y ligeros, también de verano), revisé el pequeño botiquín con lo básico que llevo a diario (¡uf, no sabes de las "tonterías" de las que te salva el llevarlo!). Marqué los puntos de paso en el GPS (al final, para no variar, hizo lo que le dio la gana, ¡cómo siempre!), cargué las dos baterías de la cámara, limpié las pantallas del casco y le dije a mi señora: mañana no como en casa.
El recorrido
Al día siguiente me levante a las 07:00, me duché, desayuné, le dije hasta luego a los dos que quedaban en casa y, con lo puesto (¡olvidé hasta la espaldera y la faja!), más el "traje de agua" y la petaca de 2 litros de gasolina...por si las moscas, metidos en la bolsa de asiento habitual, me dirigí al garaje dispuesto a emprender viaje.
Monté la bolsa, coloqué la cámara y el GPS, me subí, encendí el motor, dejé que calentase unos minutos y, lentamente, en el casi desolador vacío urbano de un sábado a las 08:39, enfilé hacia la Plaza de España y la Avenida de Madrid. Marcaba el odómetro de la Vespa 71596 km (que son, en realidad, 86409 ya que el primer tablero se le cambió a los 13813 y, unos años después, hice 1000 km exactos- lo sé porque fueron los correspondientes al Iberovespa 2014 en Pampilhosa da Serra y el GPS lo dejó registrado- con el cable del cuentakilómetros roto). ¡Comienza el desafío!. Mirada al cielo y ¡va por ti hermano!.
¡Preparada! |
¡Vamos allá! |
No tenía demasiada prisa...ni demasiada fe, ni en mi, ni en la Vespa, lo digo con toda la sinceridad de la que soy capaz. Lo bueno de hoy en día es que si esa falta de fe se convierte en una molesta incidencia, siempre te queda el recurso de la asistencia en viaje de tu seguro.
No estoy pasando un buen momento laboral, mi familia y mis más íntimos lo saben y eso se nota en mi cierta apatía y falta de ilusión y ánimo a la hora de hacer cosas, por lo que los primeros kilómetros fueron algo tediosos. ¡Llegar hasta Ourense por la A-52 se me hizo eterno!. A partir de ahí la situación cambió algo. Desapareció la molesta y fría niebla que me acompañó desde Ribadavía hasta Ourense y, ya en la N-120, que no abandonaría hasta Osorno (Palencia), cerca de 400 km después, camino de Monforte de Lemos, comencé a animarme algo. Es una carretera que hago a menudo con mi hijo- un par de veces al año- por cuestión de su afición y tiene un trazado bonito, buen asfalto y un entorno muy atractivo con el río Miño acompañándote durante unos buenos 25 km por el lado de babor. La Vespa va bien, todo lo bien que puede ir con el uso continuado que le doy desde hace más de 8 años y ahora con más de 86000 km. Ya no va "fina" cómo el primer día, ¡evidentemente!, pero no va mal de todo. Responde bien en velocidad de crucero (llaneando va suelta entre 120-130 km/h de reloj), en recuperaciones...es una Vespa y en comodidad es casi perfecta (estoy pensando en un cambio de parabrisas...). Llego a Monforte de Lemos y decido parar a repostar, aunque todavía no marcaba reserva y, además llevaba 1,5 litros en la petaca ( ya sabéis que nunca hay que llenarlas de todo...). Voy guardando los recibos de pago de la gasolina y haciendo una foto del kilometraje y de la hora para tener una especie de registro que me permita hacer un resumen de consumos, horarios, medias, etc. al final. Repito que esto no era un viaje de turismo, era un "desafío", un intentar hacer algo que muchos ya habían hecho, pero yo no.
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