martes, 10 de junio de 2014

Paseo Vigo-Oporto-Vigo del Vespa Club de Galicia: el significado de las palabras o la reinterpretación del paseo

 


    Habíamos adquirido un compromiso y teníamos que llevarlo a cabo. Cuando en 1987 más de un centenar de vespistas portugueses pasearon hasta Vigo puede que no supiesen que igual acababan de iniciar una tradición, que tiene visos de perdurarse en el tiempo.

    En octubre del año pasado se realizó el Passeio conmemorativo de esos 25 años. El Vespa Club de Galicia se unió a la estructura organizativa con toda la ilusión y predisposición que podíamos ofrecer entonces. Creemos, a lo largo de los meses posteriores nos lo han ido confirmando, que salió bastante bien.

    Durante la comida nos pasaron el testigo y lo recogimos!

La GTS de quien escribe


    Desde sus albores, el Vespismo, ha gustado de los paseos. Otras hermandades que se mueven en moto desarrollan su afición en un circuito, en el monte o en el campo, etc. Los vespistas, desde sus inicios, han sido, fundamentalmente y entre otras razones por las prestaciones de la “máquina”, paseantes.

    Los primeros Vespa Clubes nacidos en la empobrecida Italia de la posguerra, 1946/1947, tenían como una de sus señas de identidad el paseo. Se reunían un sábado o un domingo con la cesta de la comida/merienda bien asegurada, la fidanzata o la moglia sentada de lado con pañuelo a la cabeza-no es un tópico- y se lanzaban al disfrute, a olvidar las penurias y miserias pasadas, a recorrer pueblos y campiñas y, cómo no, al mare!.

    En estos últimos años hemos ido perdiendo la perspectiva. No solamente en lo referente al vespismo. La vida es prisa, celeridad, hay que ir más rápido… ¿a dónde?. Autopista en vez de nacional o comarcal, velocidad en detrimento de disfrute, Mercurio – por aquello de sus fugaces vuelos- contra Dionisio, en su faceta de dios del disfrute de la vida.

    Creo que este Paseo a Oporto nos permitió, entre otras muchas cosas, recuperar esa esencia perdida.

    No voy a entrar en datos de asistentes, velocidad media, kilómetros recorridos, etc. Solamente decir que la participación fue mejor de lo que esperábamos y que la casi totalidad de asistentes realzaron una jornada presidida sobre todo por la ilusión, la alegría, la camaradería y el buen tiempo.

    Salimos temprano de Vigo ya que la idea era hacer el recorrido, lógicamente, por la N13 portuguesa. Debo reconocer que quedé gratamente sorprendido por un paisaje y unos lugares que ya no recordaba.

    Hacemos la primera parada de avituallamiento en Darque, pasado Viana do Castelo, sin prisa, tomándonos las cosas y los bocadillos con calma.

Repostaje en Darque


    Póvoa de Varzim, Vila do Conde… ¿Cuánto tiempo hace que en la memoria de muchos de nosotros no eran más que nombres rotulados en los letreros azules de la autopista?. Vale la pena, cuando se puede, ir despacio.

    Llegamos al restaurante a la hora prevista- solamente un ligerísimo retraso pero hoy no estamos para hablar demasiado de relojes y horarios- y dimos comienzo a una excelente comida en magnífica compañía, amenizada por el continuo sorteo de regalos, cortesía de muchos amigos que nos los cedieron. Y, aunque a estas excursiones no se va principalmente por la comida, creo expresar el sentir e casi todos al decir que se comió estupendamente.

    Una vez terminada la comida teníamos previsto hacer un recorrido turístico por la calles de Oporto. Siempre hay un cierto toque exhibicionista en estas cosas…y es saludable!.

Paseo por Porto. Cruzando el Duero por el puente de D. Luis I

    Recorrimos la franja “litoral-fluvial” por la Avenida do Brasil, Rúa do Ouro, Nova Alfándega, cruzamos el puente de Dom Luis I y aparcamos al otro lado del rio, en Gaia. Lo que no teníamos previsto era que aquello estuviese como estaba!. Turistas, autocares, paseantes, calor, mucho tráfico…y nosotros!. Un espectáculo!.

Quien escribe


    Hacemos la foto de familia con Oporto de fondo y después de un tiempo “libre” emprendemos la marcha, ahora ya, con destino Vigo.

Porto desde Gaia


    El planteamiento el mismo, aunque creo que las horas sobre la Vespa ya iban haciendo mella en alguno de nosotros y empezamos a aumentar algo el ritmo. Calma.

Anocheciendo de regreso a Vigo

    Hacemos otra parada, nuevamente en Darque, para reagruparnos, repostar y avituallarnos. Con la luz menguando, lo cual acrecentaba la belleza de la ruta, vamos deshaciendo el camino: Viana do Castelo, Vila Praia de Áncora, Caminha, Vila Nova de Cerveira, damos un salto y pasamos a territorio español. A partir de aquí Alto del Couso, Gondomar, comienza a disgregarse el grupo. Vigo…llegamos a casa, aunque algunos todavía tuvieron que seguir hasta ¡La Coruña!

    Fue una jornada larga, intensa, físicamente dura pero hermosa, satisfactoria, emocionante, bella…

    La buena comida se hace con ingredientes sencillos pero de calidad excepcional y aquí la calidad excepcional estaba representada por todos y cada uno de los que habéis participado!.

    Paseamos y entendimos, nuevamente, el significado de la palabra!!!

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