miércoles, 4 de junio de 2025

FAROS DE GALICIA I. ESTACA DE BARES Y ORTEGAL

"La oscuridad reina al pie del faro" (Proverbio japonés ampliamente utilizado)


    Me es muy grato saludaros de nuevo, estimados y respetados lectores de este humilde lugar sobre motos y viajes en moto.

    Es cierto- no creo que nadie lo ponga en duda- lo que dice el proverbio sobre la oscuridad y los faros, ¿verdad?. De noche, cuando el viento y el mar desatado azotan la costa, más allá del haz, guía y salvador, del faro, solo existe oscuridad, peligro e incertidumbre; y los gallegos de mar saben mucho de eso.

    Una buena parte de esta Galicia en la que he tenido la fortuna de nacer y de habitar, es marítima, marinera, de mar. Nuestras costas no están exentas de peligros para la navegación, para la pesca y para el marisqueo y soportan un tráfico marítimo, a veces, excesivo.

    Los faros, esos elementos que tantas vidas han salvado, han estado ligados a la navegación del hombre casi desde sus inicios. Han perdido, eso sí, parte de ese halo de romanticismo de épocas pasadas, al haber, casi desaparecido en su totalidad, la figura del farero, hombre duro, estoico, curtido, solitario.

    Hoy, la gran mayoría de los faros se han automatizado y reconvertido muchas de sus instalaciones y edificios anexos en establecimientos hoteleros...¡en fin!.

Aquí en Galicia, debido a su situación geográfica hay faros diseminados por toda la costa, a cada cual más interesante, bien por su situación, su entorno o su propia arquitectura.

Hace años- ¡atención que aquí regresan unas viejas conocidas!-, tuve la oportunidad de visitar (Eurovespa 2004) el Cabo da Roca- el Promontorium Magnum romano- y su faro,  que es el punto más occidental de la parte continental de Portugal y, por ende, de la Peninsula Ibérica y de Europa.

    Estos faros tienen un cierto componente místico, desafiante, de meta alcanzada al llegar a su base y contemplar el inmenso mar, igual que debieron haber hecho aquellos romanos, allá por el siglo II o III a.C., al alcanzar el Finis Terrae.

    Me quedaba, por aquí cerca, visitar o alcanzar el punto más septentrional, el punto más al norte de la Peninsula Ibérica (...y de España y Galicia, ¡claro!): Estaca de Bares.

    No he ido solo, aunque la idea original era hacerlo así. Me han acompañado tres compañeros de salidas dominicales, con los que comparto café y charlas de motos de vez en cuando: Álvaro, Dani y Miguel.

    Salimos un sábado ya avanzada la mañana, con la idea de cubrir los algo más de 600 km (i/v) con una combinación de autovía, general y secundarias, por lo menos a la ida (calculado, aproximadamente, para llegar a comer a Bares).

    Dos japonesas- Kawasaki Vulcan EN 500 y Yamaha V-Max 1200- y dos italianas- Moto Guzzi Bellagio y Breva 750-, componían el grupo que partió de la Plaza de España de Vigo rumbo al Finis Terrae Septentrionalis.

    Temperatura más o menos agradable (unos 14ºC a la partida), poco tráfico y autovía A-52 hasta la altura de Barbantes, en donde enlazamos con la "nueva" AG-53 hasta, aproximadamente, Fontiñas, en donde tomamos la OU-504 (esto, estimado amigo lector, sabes que lo detallo para que puedas seguir el recorrido). Las autovías están bien...cuando tienes prisa o vas en coche, ¿verdad?. Esta última carretera nos lleva- ahora sí a agradable ritmo de carretera general casi sin tráfico-, hasta O Alto das Lamas en donde volvemos a tomar otra autovía (A-56) que, supongo en un futuro y se complete, unirá Ourense con Lugo.

    En algún punto sin nombre finaliza esta A-56 en una rotonda y se enlaza con un largo tramo de la N-540 que nos lleva hasta Guntín, en donde hacemos un alto para café...¡y segundo repostaje de la Vulcan! (en su descargo, hay que decir que tiene un depósito con unos escasísimos ¡11 litros! de capacidad).

Parada en Guntín


    En general vamos muy bien de temperatura, de ritmo y de tráfico. Continuamos.

    Rodeamos Lugo, pasamos Rábade (le recuerdo a mi moto que su "madre"- la 850 T- estuvo aquí conmigo durante un mes, allá por el año 1989), tomamos la A-8 hasta Vilalba y la AG-64 hasta As Pontes. Nunca había visto la central térmica de As Pontes y su entorno. Me ha impresionado por su extensión y la potencia visual de las torres de refrigeración.

    A partir de As Pontes empezamos a subir y a serpentear por una carretera típica de sierra baja (AC-101); dos carriles, bien asfaltada, pero con mucha, muchísima niebla y frío durante un buen rato (...llevaba chaqueta de verano sin forro), aunque divertida en cuanto se disipó la niebla en la bajada hacia la altura de Seoane, en donde enlazamos con la CG-1.3 una de esas "vías rápidas" que confunden un poco al conductor general ( cierta semejanza con autovía aunque con limitaciones de general...un invento).

     A nuestra izquierda podemos entrever parte de la ría de Ortigueira. Me gusta mucho, muchísimo el paisaje y el entorno.

    Cerca de Espasante (¡la primera vez que veo una estación de FEVE!), tomamos la AC-862 que nos lleva, entre- quizá demasiados- eucaliptos y cuidados pastos, hasta O Barqueiro y su preciosa ría.

    Desde allí, y en pocos minutos, la AC-100 nos deja en O Porto de Bares.

O Porto de Bares. Parada para comer


    Decidimos comer primero- son las 14:30-, y ver después el faro.

    Hicimos una agradable comida en la que, para no romper la tradición, ¡"arreglamos" algunas cosas del mundo!. Café, breve sobremesa y arreando, que queda mucho por ver.

    Alcanzar el faro desde O Porto de Bares es sencillísimo; tiene un acceso cómodo, bien señalizado y, una vez llegados al faro, una buena zona de aparcamiento. Allí nos encontramos a un caravanista alemán que tenía...una chopper (no una Harley, ¡él tenía una chopper!).

¡LLegamos a Estaca de Bares! (mi moto está fuera del cuadro de la foto, cosas del alemán de la chopper que hizo la foto)


    Desde el aparcamiento hay que caminar unos minutos hasta el promontorio- pasado el faro-, desde el que se tienen unas vistas espectaculares, hasta cierto punto sobrecogedoras: a la izquierda se vislumbra la Costa Ártabra, llenando todo el horizonte, el océano y a la derecha, los restos de lo que fue una base norteamericana.

El faro de Estaca de Bares


    El faro está situado a 89 m.s.n.m., entrando en servicio- el original-, en 1850. Se electrificó en 1939. Tiene una torre de 33 m de altura y un haz con un alcance de 25 millas naúticas (46,3 km).

Al fondo, la abandonada base norteamericana


    Anduvimos por allí un buen rato hasta que decidimos arrancar y tirar para el siguiente destino de la jornada: Cabo Ortegal.

    En principio, mi idea era visitar, únicamente, Estaca de Bares, pero un para de días antes, curioseando por Maps, descubrí la espectacularidad de Ortegal y su entorno.

    Deshacemos el camino hasta cerca de Seoane y, por la AC-862 y la DP-6121, bordeamos la bonita ría de Ortigueira, llegando en unos 45 minutos al espectáculo que forma la Costa Ártabra en Cabo Ortegal: espectacular, impresionante,... ¡magnífica!.

Acantilados de Cabo Ortegal


    El faro es relativamente moderno (1982-1984), levantado en hormigón armado y de casi 13 m de altura, con dos balcones en voladizo.

La "negra" posando ante el faro de Cabo Ortegal. ¡La parte delantera en el Cantábrico y la trasera en el Atlántico!


    A los acantilados marítimos más altos (más de 600 m) del continente europeo (junto con alguno noruego), se suma un entorno cuidado, ajeno- todavía- a los destrozos de la masificación urbanística; ¡qué siga así mucho tiempo!, ¡qué diferencia con la Rías Baixas!. A todo esto hay que sumar, como curiosidad, que Cabo Ortegal marca el límite entre el Atlántico y el Cantábrico.

¡Pequeños ante tanta majestuosidad!


    Creo que volveré por la zona para seguir explorando y descubriendo estos magníficos parajes.

    Como en el caso de Estaca de Bares, el entorno de Cabo Ortegal está muy cuidado, con un buen acceso, aparcamiento y recinto propio del faro.

    ¡Todavía, al recordarlo, me sobrecoge la fuerza y la majestuodidad de los acantilados; ¡en invierno o con un temporal tiene que ser un espectáculo!.

    Como todo lo bueno llega a su fin, ¡arreando, que nos queda mucho hasta casa!.

    Hasta aquí los objetivos del día, alcanzados, cumplidos de sobra. Creo que puedo decir en nombre de todos, que hemos quedado satisfechos con lo que hemos visto y por el día tan agradable que hemos pasado.

    El regreso a casa, como casi todos, ya con algo de cansancio por las horas y quilómetros acumulados.

    Hacemos una breve parada en Santiago para tomar un café y decidir si vamos por nacional o por autopista. En principio, decidimos general, pero viendo como estaba de lento, pesado y denso el tráfico entre Santiago y Pontevedra, al llegar a la capital del Lerez, nos incorporamos a la carísima autopista con dirección a Vigo.

    Las motos, sin ningún problema en toda la jornada: ¡perfectas! 

    ¡Un día de 10!

El recorrido

    Hasta la próxima, amigos. Espero que os gustase

    ¡Saludos!

























martes, 21 de enero de 2025

...próximamente

     Saludos mis constantes y epicúreos amigos de 10 Pulgadas.

    Ante todo, os deseamos- esta muchacha italiana y un servidor-, un muy venturoso y dichoso 2025 (ya sabéis: salud y algo de efectivo para poder hacer muchos kilómetros)

    No suelo hacer previsiones a comienzo de año, recordad aquello de "el hombre propone y Dios dispone", pero, y sin que sirva de precedente, por una vez sí que me gustaría- posiblemente sea más una reflexión en negro sobre blanco que otra cosa-, adelantar algo de lo que desearía hacer este 2025.

    Todo esto, lógicamente, si la salud, el tiempo y la economía lo permiten, ¡claro!.

    Tengo pendientes algunas cosas: el recorrido de la N-120 desde Vigo a Logroño, la ruta de los faros (no todos) en Galicia, la N-2 en Portugal...

    Como más o menos viable, veo para este año la ruta de los faros (visitar algunos de los faros de la costa gallega de sur a noreste). Habrá que esperar a la primavera o a la llegada de días con más horas de luz. Vale, esta queda anotada.

    En plenas Navidades, mi amigo Filippo- lo recordaréis por algunas de las historias del blog relativas al vespismo-, me soltó la bomba de que se venía a hacer el Eurovespa (que sí, que hace tiempo que ya no se llama así...) 2025. Este año le ha correspondido a Gijón y al Vespa Club de España su organización y, si todo va bien, espero poder asistir- como acompañante "pirata" con mi moto y sin inscripción-, al mismo. Del 01 al 04 de Mayo. Ya tengo reservado alojamiento.

    Estas dos serán, en principio, las entradas más destacadas del blog, amén de las salidas más corrientes y habituales, algún tema de interés, etc.

¡Vamos a ello!

¡Saludos! ✌

(P.D. 03-04-25. Ha habido cambios relacionados con la planeada asistencia al Eurovespa de Gijón. Por motivos laborales y por no estar totalmente recuperado de una reciente intervención quirúrgica, tengo que eliminarlo de la lista de pendientes. Hay que buscar una alternativa.)