miércoles, 23 de diciembre de 2015

¡FELICES FIESTAS!

Amigos y seguidores de 10 Pulgadas: aparte de agradeceros el apoyo que demostráis día a día al diario / anecdotario / blog, etc. , quiero desearos unas muy Felices Fiestas de Navidad y, con algo de anticipación, un muy Feliz Año 2016. ¡Gracias!

...y, este año, la felicitación de las Fiestas de la Navidad, 10 Pulgadas la dirige especialmente a su buen amigo, mejor persona y gran Vespista Sergio Durán "Duranium" para que se recupere pronto y "dentro de ná" esté dando guerra. ¡Ánimo "boquerón"!
Sergio Durán "Duranium" a la izquierda, un servidor a la derecha. Vespaniada de Hellín 2012


miércoles, 7 de octubre de 2015

NO HAY NI UNA MOTO BUENA...

La capacidad o suerte- en teoría- que tenemos en algunas partes del planeta Tierra de expresar nuestras opiniones y pensar de forma totalmente autónoma, es una riqueza que deberíamos guardar como oro en paño y defender igual que el aire que respiramos. Por ahora puedo expresar mis opiniones al respecto de muchos temas, siempre y cuando respete determinadas normas que, desgraciadamente, se van haciendo cada vez más restrictivas. Expresar mi opinión sobre algo o alguien con educación y respeto, argumentando la misma de forma que demuestre que no son mis vísceras las que mandan en mi raciocinio, debería ser la norma pero, cada día más, es la excepción. 
¿A qué viene a cuento este preámbulo, te preguntarás, en un blog dedicado a viajes y Vespas o a Vespas y viajes?. Creo que va a ser muy sencillo de explicar.
Cuando yo comencé a interesarme por las motos, allá por el año 1979/80 ( por "culpa" de un tal Dennis Noyes aunque eso ya lo contaré algún día con calma...), existía en España una oferta bastante reducida de motocicletas nuevas a la venta. La gran mayoría eran motocicletas de marcas nacionales ( Bultaco, Derbi, Montesa, Ossa, Rieju...) que ofertaban, mayoritariamente, modelos de "campo" y/o ciclomotores con motores monocilíndricos de 2T con las excepciones de Sanglas con sus sempiternos monocilíndricos de 4T y de Ducati-Mototrans (filial española con licencia para fabricar las italianas en nuestro país) con sus, entre otras, Twin 500 bicilíndricas. 
Por otro lado y escalando en precio y prestaciones estaban las "motos grandes". Y las "motos grandes" eran, básicamente, las BMW con sus eternos y característicos motores boxer y su aura de motos para gente de posibles y las italianas Moto Guzzi, Ducati, Moto Morini, Benelli, Laverda, etc. Y, lógicamente, también estaban las Vespas y Lambrettas de toda la vida. Las Vespas fabricadas por Moto Vespa en Madrid y las Lambrettas fabricadas en Eibar.
Poco más había. La tecnología era la que era. Tener un modelo con encendido electrónico ( no arranque eléctrico, que son cosas diferentes) en vez de con platinos, era un lujo. No había ABS, no había inyección electrónica, las suspensiones eran poco más que palos con muelles, etc. Fundamentalmente la diferencia entre marcas, amén de cierto caché o pedigrí adquirido, residía en la calidad de los materiales, de los componentes empleados y de un mayor o menor acierto en el diseño general del "aparato". Punto. En lo fundamental no había más. Se trataba de colocar un motor en un chasis y dotarlo de los elementos necesarios para que aquello pudiese circular con mejor o peor suerte. 
Japonesas había pocas, muy pocas (hasta 1981 no entró Yamaha de la mano de Sanglas, si mal no recuerdo con la Sanglas 400Y) y las pocas que había eran series muy cortas importadas por canales complejos ( aquellas Kawasaki KZ 400 que casi se acaban pudriendo en los almacenes de la Aduana de Bilbao, importadas, si mal no recuerdo, por Ángel Nieto...).
Con este escenario había poco para elegir. O comprabas producto nacional, o comprabas una Vespa, o te tocaba la lotería y te podías permitir una R100 de BMW o una 900SS de Ducati o, ¡cómo no! una Le Mans de Moto Guzzi...¡por no hablar de una bestial Laverda Jota!
Pero había, tengo esa sensación, RESPETO. Las motos eran motos y los que las pilotaban eran motoristas. Motoristas que sabían lo que significaba ver a otro parado en el arcén con el casco en el suelo, que sabían que cruzar un saludo con otro, llevase una Vespa o una BMW, bajo un tremendo aguacero, hacía más llevadero aquel infierno. Había respeto entre motoristas y hacia la montura de cada uno, fuese una magnífica alemana o un humilde ciclomotor nacional. Realmente había respeto y educación en casi todos los ámbitos de la vida: casa, escuela, trabajo, etc. Hoy me temo que no es así.
Hemos sufrido una transformación tan brutal en nuestras vidas y en nuestra sociedad en los últimos treinta y tantos años que, por lo menos en mi caso, me cuesta creer que vivo en el mismo país. No voy a entrar en polémicas con nadie sobre la idea de Nación y similares, por lo menos en este blog, pero tengo la sensación de que se nos ha ido la olla por completo. Suelo visitar con frecuencia algunas páginas web de motos (no voy a dar sus nombres) que en las presentaciones o pruebas de nuevos, o no tan nuevos, modelos, dan la posibilidad de que los lectores den su opinión sobre la motocicleta en cuestión. Hasta ahí me parece perfecto, saludable e incluso diría que interesante para los fabricantes. No sé si los probadores o los responsables de esas páginas web, tienen, por motivos económicos o comerciales, que doblegarse algunas veces a los dictados de algún fabricante. Ni lo sé ni me importa. Cuando leo una de esas pruebas intento sacar mis propias conclusiones más allá de lo que me cuente el probador ( es un ser humano y sucumbirá posiblemente a sus circunstancias). Si la motocicleta en cuestión me interesa suelo buscar más información ( ¡será por falta de información hoy en día!), hasta tener una idea clara sobre ella y decidir si me parece interesante o no. La verdad es que me gustan casi todas, con sus defectos y con sus virtudes y no es la primera vez que, mentalmente, imagino el uso que le daría o el tipo de aventura a la que la destinaría. Si no me gusta o no me interesa, sencillamente la ignoro o me olvido de ella ( ¡con cuantas ha pasado eso hace muchos años y con la evolución y los cambios de la edad he vuelto a ver con otros ojos aquel modelo ignorado hace años!). La ignoro o me olvido de ella, esto es importante. No la critico, ¡sobre todo si no la he probado! y no la menosprecio. Podría, llegado el caso, opinar, cómo lo he hecho alguna vez, sobre su estética. Está a la vista que te entre por los ojos o no, pero de ahí a denostarla sin haberla probado, va un mundo. Y eso es precisamente lo que ha originado esta entrada de 10 Pulgadas. Me tiene perplejo la cantidad de sabios y expertos que hay en nuestra España, entre otros temas, en lo referente a motocicletas. Todo el mundo ha debido de probar todos y cada uno de los modelos del mercado, incluso los que todavía no se comercializan en nuestro país, ya que todo el mundo es capaz de opinar, por lo general negativa y vehementemente, de cada modelo nuevo que se lanza al mercado. ¿Cómo es posible?. Se presente la motocicleta que se presente siempre es mala: si es una BMW, es un armario que solamente sirve para el "postureo de terraza en paseo marítimo" (aunque la gran mayoría de motocicletas que veo por la carretera viajando todo el año son de esa marca...). Si es una italiana, ¡uf, cuidado!, que a las Ducati se les aflojan todos los tornillos, que las Moto Guzzi son hierros de los años 60 y que las Aprilia están más tiempo en el taller que en la calle... Si son modelos custom que ni corren ni frenan, si son modelos RR, que solamente sirven para circuito, si son trail que ¿a qué vas a buscar el pan con una moto de dar la vuelta al mundo?, si es una escúter que es un váter con ruedas...
¡RESPETO!. Para toda esta patulea de ignorantes, irrespetuosos y maleducados, no hay una moto buena. Evidentemente, el anonimato que proporciona Internet permite que sujetos de esta condición pululen y molesten como un sarpullido sin aportar absolutamente nada positivo al Mundo. La ignorancia es muy atrevida...y muy triste cuando se posee voluntariamente. Nunca, repito, NUNCA, hemos tenido, no solamente en España, una oferta tan descomunal de motocicletas como hoy en día. ¡Hay para aburrir!. De todos los tipos, con todas las configuraciones que puedas imaginar, de todas las cilindradas, tamaños, pesos y precios. Te puedes comprar un ciclomotor-escúter por menos de 1000,00 € o gastarte más de lo que ganas en un par de años en un modelo que te ofrece cosas que serían de ciencia ficción hace 30 años: ABS, control de tracción, suspensiones "inteligentes", Inyección electrónica, embragues antirrebote, control de crucero, radares, mapas de motor que cambian su comportamiento, calefacción en asiento y puños, airbag (Honda Goldwing)...¿sigo?. Hay materiales que hace 30 años ni se sospechaba que se podrían llegar a utilizar masivamente ( sin ir más lejos la fibra de carbono). La tecnología interna de los motores, hoy en día, está a años luz de los '70,'80 y '90: recubrimientos cerámicos, distribuciones variables, cambios "seamless", configuraciones "crossplane", motores ligeros, potentísimos ( una motocicleta italiana o alemana muy potente de 1000 c.c. de finales de los '70/'80, entregaba sobre unos 70 CV al cigüeñal, ¡hoy pasan, ampliamente, de los 160 CV!). Hay modelos que no llegan a los 5000,00 € y que ofrecen más prestaciones y calidad de fabricación y de marcha que otros que ¡triplicaban su coste hace 10 años!. ¡Si hasta una Vespa moderna tiene ABS, inyección y tecnología electrónica que haría palidecer a un coche de hace un par de décadas!. ¿De qué nos quejamos?, ¿de falta de oferta?. No. Nos quejamos por insatisfacción y por envidia (nuestro gran deporte nacional). Envidiamos a aquellos que pueden permitirse ese modelo que a nosotros nos quita el sueño o, simplemente envidiamos que su capacidad económica le permita cosas que a nosotros nos están vetadas...( ¡a veces las apariencias engañan y esa persona no tiene tantos recursos como creemos y ha hecho muchos sacrificios para poder comprarla!).
Seamos respetuosos, educados y demostremos un mínimo de inteligencia al no criticar sin tener razones de mucho peso para ello. ¡Sí que hay motos buenas!, ¡cada día más y mejores! y cómo decía Dennis Noyes en una de sus pruebas en la revista Motociclismo allá a comienzos de los '80: "la mejor moto del mundo es la que tú tienes, porque es tuya y la quieres". Amén. ¡Sed buenos y quered mucho a vuestra moto...la que sea!
Saludos de 10 Pulgadas



jueves, 3 de septiembre de 2015

DESAFÍO 1000 KM EN UN DÍA



AVISO: Debido a una serie de problemas relacionados con la salud, me veo obligado a posponer sine díe el Desafío 1000 km en un día. Espero que, una vez restablecida la salud, pueda llevarlo a cabo lo más pronto posible. Saludos.
ÚLTIMA HORA: La localidad de Tordesillas queda fuera del recorrido del desafío de los "1000 km en un día" por la celebración del "Toro de la Vega". 10 Pulgadas está en contra de todo aquello que suponga maltrato o sufrimiento de cualquier ser vivo, animal o vegetal, del Planeta. Algunas tradiciones no pueden justificar determinados actos de pura crueldad. La localidad de paso que sustituye a ésta será Medina de Rioseco. Me toca hacer unos kilómetros de más pero los haré con gusto.

Bueno amig@s de 10 Pulgadas, el desafío es hacer 1000 km en un día...con una Vespa. Lo voy a hacer con mi GTS 300. Algunos dirán que "no es lo mismo", que "con una moderna cualquiera lo hace" y cosas por el estilo. Hace mucho que no tengo que justificar nada y menos la elección de una u otra Vespa para hacer un recorrido. Elijo la que me da la gana que para eso tengo el trasero pelado de hacer kilómetros y unas cuantas "muescas" en los cófanos. Los kilómetros hay que hacerlos y punto. Ya hace tiempo que esto me rondaba por la cabeza ( leed el relato de la Vespaniada de Hellín) y ahora ya está configurado a falta de determinar la fecha. En el esquema anterior tenéis las localidades de paso y en el siguiente enlace el recorrido en Google Maps. En cuanto determine la fecha, será un sábado, os lo anunciaré. Muchas gracias por vuestra atención y un saludo!!!

https://www.google.es/maps/dir/42.229115,-8.719446/42.3997995,-7.1194322/42.4577857,-6.0563114/42.5981643,-5.5717063/42.4080156,-4.3636155/42.0108852,-4.532126/41.6526408,-4.722137/41.8849422,-5.0472851/41.9757594,-5.6070176/Plaza+Espa%C3%B1a,+Vigo,+Provincia+de+Pontevedra,+Espa%C3%B1a/@41.8372034,-5.4689593,10z/data=!4m49!4m48!1m0!1m0!1m0!1m5!3m4!1m2!1d-4.3776908!2d42.4060136!3s0xd462b6a7fc813b5:0xe1178ce967fcee76!1m20!3m4!1m2!1d-4.4022893!2d42.2778091!3s0xd47cd28c5d59de7:0x252f7a94d324d9ed!3m4!1m2!1d-4.4176801!2d42.2484627!3s0xd47ccbfe8e51975:0xc6e83650ada10285!3m4!1m2!1d-4.4566645!2d42.1831446!3s0xd47ca4be0e44301:0x1d1a886384d0e9a0!3m4!1m2!1d-4.5039734!2d42.0988066!3s0xd47b6ed8f640f8b:0x568d85bde1302702!1m0!1m0!1m0!1m5!3m4!1m2!1d-5.670568!2d42.0267363!3s0xd384b8dad989223:0x8d297ff925e170a8!1m5!1m1!1s0xd2f626e1eeb973b:0x9b8a25c78c795f4f!2m2!1d-8.719636!2d42.2292217!2m1!2b1!3e0?hl=es

jueves, 30 de julio de 2015

La X Vespaniada. 2016. Plasencia o la magia del reencuentro


Debo decir, antes de nada, que cada vez me cuesta más escribir. O me estoy volviendo un vago redomado, lo cual es muy posible, o temo no ser capaz de contar con la intensidad necesaria aquellas cosas que se merecen una atención y un cariño especiales. Y esta Xª Vespaniada se merece esa atención y cariño.
Corría el año 2003 cuando regresé a las dos ruedas. La historia la puedes leer en este mismo blog: http://10pulgadas.blogspot.com.es/2014_02_15_archive.html
En plena época dorada del nacimiento de las redes sociales y después de probar durante un tiempo en un par de sitios similares, me acerqué por el Foro de Vespania allá por los comienzos del año 2005. Eufórico después de mi primer Eurovespa el año anterior y en pleno "subidón" preparando el de ese mismo año, abrí la ventana virtual a un panorama nuevo y emocionante. El encontrarme con todo aquel grupo de personas con un punto de interés común, supuso el elemento de cierre con el que encajaba todas las piezas de mi "reconstrucción personal", después de la tormenta que había sacudido a mi entorno más cercano. Es un tema personal y familiar y no creo que este sea el lugar adecuado para hablar de ello.
El caso es que en Vespania aprendí a dejar de ser YO, para ser yo. ¿Entiendes la diferencia entre ese pronombre personal en mayúscula y en minúscula?. Sí, seguro que sí. Cómo dicen los italianos del Piamonte "ma gavte la nata", algo así como "quítate el tapón", referido a aquellos tan henchidos de sí mismos que están a punto de explotar. Me quité el tapón y pasé de YO a yo. Me recibieron muy bien, entablé contacto con gentes de todos los rincones de nuestra España, aprendí mucho, muchísimo sobre Vespas y sobre todo, sobre amistad. Bien es cierto que no todo fue un camino de rosas, ¡jajaja!. Recuerdo discusiones muy subidas de tono por diferencias de criterio con algunos miembros del foro que fueron tan sonadas que, a día de hoy, ¡todavía alguno me las recuerda!: "¿y la bronca que tuviste con fulano por el tema del Vespa Club de España?". ¡Cómo no lo voy a recordar si era parte de la "gasolina" que me tenía en constante actividad hace años!. ¡Qué bueno recordarlo ahora!.
Aquel foro todavía sigue activo, aunque ahora otras redes han quitado protagonismo a estos medios que nos sirvieron muy eficazmente en su día. Fue, es y será un lugar que recordaremos con el mismo cariño con el que podemos recordar aquellos "escondites de la pandilla", las "cabañas", de cuando éramos niños: lugares en los que estar "con los nuestros" hablando de lo "nuestro".
En su momento, pienso que a finales de 2005, se comenzó a hablar en firme de organizar una reunión de los miembros del foro para conocernos en persona. 
No quiero alargar demasiado el asunto así que no voy a entrar en fechas, quien organizó, cómo, etc. El tema es que se consigue organizar la 1ª Vespaniada que se celebraría en la "capital del Imperio", en Toledo, del 20 al 23 de Abril de 2006. Un detalle, ya que coincidió con el 60º aniversario del nacimiento de la Vespa.
Nunca escribí nada sobre aquella Vespaniada, ¡me acabo de dar cuenta ahora!. Asistí en coche con la familia. Aprovechamos la circunstancia de la Vespaniada para volver a Toledo y hacer algo de turismo. Me encontré algo extraño al ir sobre cuatro ruedas, pero el objetivo de aquella reunión era conocernos, daba igual si ibas sobre dos o sobre cuatro ruedas. Para mí el objetivo se cumplió sobradamente. Nos pusimos cara unos a otros, hablamos, compartimos experiencias y, sobre todo, pusimos los cimientos de amistades que, a día de hoy, se mantienen fuertes. A mis hermanos extremeños Rubén y Sonia ya los habíamos conocido el verano anterior en el que tuvieron la deferencia de visitarnos en Vigo. A los demás tuve el placer de estrechar sus manos y saludarlos cara a cara: Alberto Segovia (el "boss"), Ponte, 109, Duranium, Nando, Celso T5 ( ¡siempre que nos reencontramos tardamos un buen rato en reconocernos!, jajajajaja!!!!!), Rugonto, Luis Quaresma (¡el portugués incombustible!)... ¡No debería haber hecho esto!. Se me han quedado decenas de nombres en el tintero y no encuentro ninguna lista de asistentes. ¡Todos los que habéis asistido, daos por nombrados!.
Aquella primera fue especial. Estaba en un momento personal y profesional fantástico, llevaba dos Eurovespas a la espalda y en menos de dos meses, arrancaría de nuevo hacia Europa, al Eurovespa de Turín, acompañado por Rubén y Sonia. ¿Podía pedir más?. No.
A partir de ahí me dediqué más al tema "europeo" que al "nacional", no asistiendo a más Vespaniadas ( ahora me pesa...) hasta el año 2012 en Hellín. Otras circunstancias, otro trabajo, otra montura. La historia sobre la de Hellín también la tenéis en este mismo blog: http://10pulgadas.blogspot.com.es/2015_07_25_archive.html
He de reconocer, en mi descargo, que la situación económica se torció algo a partir de 2009 lo que me obligó a ser más selectivo con los eventos a los que asistir.
A la de Gijón, en 2014, estuve a punto de asistir. Tanto es así que tenía hecha la preinscripción. Motivos económicos y el inminente viaje de vacaciones a aquellas tierras en agosto de ese mismo año, me hicieron reconsiderar mi asistencia en favor del Iberovespa de Pampilhosa da Serra. Siento si a alguien aquello le sentó mal. Me disculpo, pero las circunstancias eran las que eran.
¡Vamos llegando al presente!.
A esta había que asistir, salvo causa de fuerza mayor. Dicen que ha sido la última, que no habrá más. No tengo ni idea de los motivos...¡ni quiero tenerla! ( cada día me preocupa menos lo banal...). Yo no me lo creo.
VIERNES 27 DE MAYO
¡Pistoletazo de salida!. 
Salgo del trabajo a las 14:30. Tengo el tiempo justo de llegar a casa, ducharme, comer, revisar el equipaje, cargar la Vespa, echar un vistazo al aceite y al refrigerante (todavía colea el temita de la culata y reviso estas dos cosas obsesivamente...), despedirme de la familia y salir escopetado hacia la gasolinera. Quiero mirar la presión de las ruedas y el aparatejo de la gasolinera se estropea en mitad de la operación con la rueda trasera. Empezamos bien. Lleno el depósito. Son las 15:30 y las peores previsiones climatológicas se hacen realidad. Empieza a llover. Traje de agua y arreando que me espera Miguel en la salida de Ponteareas a las 16:00.
Miguel y yo felices al reencontrarnos para emprender camino hacia Plasencia

He llegado a este momento con muchas dudas sobre si podría hacer el viaje o no. A mediados del mes de abril comencé a sufrir una serie de molestias musculares en la parte derecha de la espalda que me afectan, ahora mucho menos, al hombro y al brazo, hasta tal punto que me impedían permanecer agarrado al manillar más de diez minutos seguidos. 
Arranco con algo de miedo sobre si podré aguantar todo el camino o, por el contrario, tendré que abortar el viaje a las primeras de cambio. 
Creo que es la primera vez que inicio un viaje de este tipo con miedo. Siempre los había empezado con ilusión- los que más- algo de inquietud, nerviosismo, incluso algo de apatía- puede sonar raro pero es cierto- pero con miedo nunca. Siempre hay una primera vez.
Comienzo a rodar bajo la lluvia con una cierta resignación por si me tengo que volver. A la Vespa la noto bien: fina, redonda y transmitiéndome confianza. Poco a poco voy alejándome de la ciudad y la confianza en mi sistema musculo-esquelético va aumentando. Casi sin darme cuenta llego al punto de reunión con Miguel y, por una vez, ¡creo que soy casi puntual!. Abrazos, saludos, ahora sí, ¡emoción y nervios!. Tenemos por delante quinientos kilómetros, un cielo cargado de nubarrones y la ilusión de un fin de semana previsiblemente memorable.
Vamos sin más novedad que algo de lluvia de vez en cuando, poco tráfico y un firme cada año más desastroso en la A-52. ¿De verdad han robado tanto que no queda ni para mantener las carreteras?. Paramos a repostar pasado Verín aunque seguramente podríamos haber avanzado algo más. Culpa mía ya que no llené el depósito completamente en Vigo.
Primera parada para repostar. ¡Así de bonitas lucen!

Desde aquí nos toca afrontar el sube y baja de siempre hasta llegar a la Meseta. A Gudiña, Canda y Padornelo pasan casi sin darnos cuenta...sí, ¡ya estoy tardando mucho en decir lo bien que van las GTS por carretera!. Y es que es verdad, vale no son Vespas de las de "toda la vida", ¡pero es lo que hay!. El GPS me indica que voy subiendo el Padornelo a 110 km/h sin esfuerzo...¡sin comentarios!. A partir de aquí la climatología mejora ostensiblemente. Ya hay más sol que nubes y comenzamos a bajar hacia el "llano". La temperatura es buena, no hay prácticamente viento y, pasado Mombuey, tomamos el desvío hacia la N-631 que nos llevará, de una forma algo más amena que la autovía, hasta Zamora. 
Pasamos Zamora y paramos a repostar en Morales del Vino. ¡Hemos hecho una media de 95,07 km/h reales y un consumo de 3,44 litros / 100 km!. ¡Repaso las cifras al regreso a casa y son absolutamente correctas!. ¡Espectaculares GTS!
La parada para este repostaje la aprovechamos para llamar a casa, tomarnos algo y estirar un poco los músculos. Voy bien, mejor que bien. A estas alturas, no habría dado un céntimo por mí y aquí estoy, ¡más feliz que una perdiz!. No tenemos demasiada prisa. Nos quedan algo menos de 200 km y son cerca de las 20:00. Volvemos a encontrarnos con la circulación por autovía, en este caso la Ruta de la Plata, la A-66. Pasamos Salamanca y la entrada en Extremadura coincide con el ocaso. El tráfico es muy escaso y, ya he pasado por aquí unas cuantas veces, sigo sin explicarme por qué está limitada esta autovía a 100 km/h... Los restos de mosquitos muertos por impacto dejan las pantallas de los cascos y los frontales de motos y parabrisas en un estado lamentable. Es de noche y poquito antes de entrar en Plasencia paramos a repostar, buena idea de Miguel, para dejar las Vespas listas para el día siguiente. Llegamos, sin más novedad que los glúteos algo dormidos y unas ciertas ganas de poner pie a tierra, a las 22:30 al hostal La Muralla, en pleno centro histórico de Plasencia. ¡Casi a las puertas del hostal nos encontramos con Vicente y con Fátima!. Esto empieza bien.
El hostal, según definición nítida de Miguel, "muy digno".
Dejamos los bártulos, guardamos las Vespas en un garaje próximo y nos vamos al centro del meollo. No recorremos más de 300 metros caminando y nos encontramos en el centro neurálgico de la Xª Vespaniada a aquella hora. A partir de aquí va a ser difícil que no caiga en la cursilería en algún momento. Lo siento. Si a alguien no le gusta puede ir a leer otras historias más aguerridas y de calidad. 
Llegamos, por lo menos yo, con hambre. Un hambre leonina, de esas que no recordaba, de las de cuando regresaba de una semana de maniobras allá por finales de los '80. Pero el hambre se esfumó. Buscando un sitio en el que poder echarnos algo al coleto nos topamos con una mesa en la que estaban sentados...¡atención!: Manuel Muñoz Rubio (Mamu) y su señora, Alberto Segovia, Goro y su señora, Carlos Calvo y Sole y Sergio Durán y Lisa. De lo mejorcito de Vespania y muy buenos amigos. El hambre pasó a un segundo plano. He de reconocer que últimamente estoy algo sensiblero. En aquel momento me puse muy, pero que muy sensiblero. A algun@s hacía la friolera de 10 años que no los veía (a Alberto por ejemplo). Se dice pronto, pero 10 años es mucho tiempo, créeme, sobre todo si estás leyendo esto y tienes menos de 40 años de edad. Sergio Durán, nuestro "Duranium", ese "boquerón" (malagueño), pesado como una vaca en brazos, que no para de hablar ni aunque le cierren la boca, con un enorme corazón, por el que tengo, tenemos muchos, un cariño especial, ha pasado, a finales del último año, por una etapa muy complicada, en la que su salud se vio comprometida. No es un secreto, lo sabe muchísima gente y por eso lo digo. Sé que hemos estado, repartidos por España y fuera de ella también, pendientes y preocupados por él. Por suerte, parece que las cosas se van enderezando. Por eso mi reencuentro con él fue muy especial. Ese abrazo largo, larguísimo, intenso, ese mirarnos cara a cara sin decir nada pero diciéndolo todo...aún ahora escribiendo esto me emociono.
Sergio y Lisa

Hacemos las presentaciones pertinentes. Me alegra muchísimo volver a ver a Goro y a su mujer, a Antonio Carrero, a Carlitos "Vespaciano" y a Sole (no los veía desde el Eurovespa de Fátima hace seis años). El "boss"...10 años y está igual que siempre. ¡Qué alegría!. Mamu, he recorrido con él un par de miles de kilómetros por Italia y Austria. Seguramente no siempre hemos estado de acuerdo en todo, pero él y yo sabemos, por suerte, que los que han vivido determinadas cosas adquieren una camaradería especial. ¡Necesitaba veros a todos!. Más, muchos más, fuimos viendo poco a poco. Sergio se va a la carpa de la organización a por nuestras acreditaciones y Miguel y yo conseguimos, a las 23:00, algo para cenar: un par de pinchos por aquí, unas cañas, unos bocadillos. Eso es lo de menos ahora. Vemos pasar a un grupo de Vigo (Mundo y compañía) y nos vamos en busca de Rubén y de Sonia. Los encontramos y estamos unos momentos con ellos hasta que, agotados por el viaje y las emociones, Miguel y yo nos retiramos al hostal. ¡Lo hemos conseguido!. Hemos sido capaces de estar aquí. Nos ha costado mucho a los dos, por diferentes razones, hacer este viaje. Creo que nos lo merecíamos, ¿verdad compañero?.
Caigo rendido en la cama pero las molestias y el dolor en el omóplato, hombro y brazo, no me dejan pegar ojo. Lógicamente estoy pagando el esfuerzo de las horas de conducción. Me tomo un analgésico y procuro encontrar una postura cómoda. Una hora después me quedo profundamente dormido. 
SÁBADO 28 DE MAYO
Me despierto descansado y con menos molestias de las que me esperaba. ¡Bien!, esa es una buena señal. Desayunamos en el hostal, retiramos las Vespas del garaje y nos vamos al espacio de la Torre Lucía desde el que saldremos para la ruta que hoy nos tienen preparada.
En el recinto de Torre Lucía con Alberto Segovia (izqda.) y Sergio Durán (dcha.). ¡Un honor!

El cielo amenaza lluvia y, antes de nada, nos vamos a ¡repetir desayuno!. La cafetería en la que se servía el desayuno era un hervidero de vespistas. Voy añadiendo más caras conocidas y otras solamente de nombre: Jesús Pineda, Adolfo, Raúl, Alfonso "Xixón", Victor (Ximbauet) y el matrimonio asturiano con la LX que estuvieron en Santiago el año pasado. Conseguimos sentarnos para desayunar y regresamos al punto de encuentro (solo había que cruzar la calle...). Me acerco a saludar a Roberto Naranjo al que no conozco en persona, solamente de Facebook. Si lees esto te ruego presentes mis disculpas a tu mujer por no haberla saludado estando a tu lado. ¡Los nervios y las prisas son lo que tienen!.
El recinto de Torre Lucía invadido de Vespas

Estamos un buen rato hablando con unos y con otros. En estas situaciones no se da abasto. no puedes abarcar todo ni puedes estar con cada uno el tiempo que te gustaría. Rubén me regala uno de los libros de Miquel Silvestre. ¡Qué detallazo fratello Rubén!. ¡Qué buena gente habéis sido siempre con nosotros!. Amenaza lluvia. Arranca la caravana con destino a, si no me equivoco, Jaraiz de la Vera para ver una envasadora de pimentón, uno de los muchos tesoros de Extremadura.
La envasadora de pimentón

Estando allí se desata el diluvio universal. ¡Empieza a caer agua cómo hacía tiempo que no recordaba!. Nos tomamos unos pinchos y sabiendo que hoy nos vamos a mojar mucho, arrancamos con destino Piornal, el pueblo más alto de Extremadura. ¡Madre mía la subida a Piornal!. Carretera estrecha, con el asfalto totalmente destrozado, bacheada, llena de gravilla, curvas y más curvas, una gran pendiente y, para aderezarlo, ¡lloviendo a mares!. Fueron 23 kilómetros de auténtica pesadilla en la que no hubo más desgracias porque Dios no quiso. En la subida se llevan un buen susto Carlos "Vespaciano" y Sole que ven cómo su Vespa con sidecar los saca de la carretera. Son evacuados a Plasencia aunque, por suerte, no hay nada grave que lamentar. Un par de percances más hubo en aquella subida. Lo intuyo porque vi unas cuantas Vespas subidas en el camión grúa. Paramos en Piornal bastante destrozados anímicamente. ¡Esa subida ha sido demoledora!. ¡Ahora nos queda la bajada!. La organización nos ofrece un refrigerio que consigue templarnos un poco.
Ya con mejor tiempo, ha dejado de llover y empieza a salir el sol, comenzamos la bajada, ahora sí, de forma bastante más relajada y placentera. ¡Vamos rodeados de cerezos!. enlazamos con la N-110 discurriendo paralelos al río Jerte hasta el hotel en el que haríamos la comida principal de esta Vespaniada. ¡Aquello fue una boda!...bueno casi literalmente y si no ¡que se lo pregunten a la pareja de novios que celebraban su boda en el salón contiguo al nuestro!. Creo que no ha habido por aquellos lares una novia que tuviese un recibimiento tal al llegar al restaurante cómo el que le dimos nosotros a aquella!. La verdad es que había muchas ganas de juerga después de la tensión del recorrido matinal, la lluvia, la carretera de Piornal, etc. Llegan noticias de Carlos y de Sole: están en observación en un hospital de Plasencia pero no es nada de gravedad. ¡Mejor así!. La comida...¡un espectáculo!. Más de 300 personas, comida hasta reventar, bebida, fiesta, ambientazo, buena compañía...Hubo sorteos, reparto de recuerdos y honores ( todos muy merecidos), música, foto de grupo de la "vieja guardia" de Vespania, etc. Perfecto, simplemente, perfecto.
Momento de la comida del sábado

Sergio me dedica su libro sobre la Aventura Transahariana, yo le regalo, con todo el cariño del mundo, la faja del Vespa Club de Galicia perteneciente al primer Presidente-fundador del Club y socio número 1...o sea, la mía, jajaja!!!. Aquí puedes leer lo bueno que me ha parecido su libro: http://10pulgadas.blogspot.com.es/2016/06/la-ruta-transahariana-de-sergio-duran.html?spref=fb
Sergio dedicándome su libro

He de reconocer que no he estado especialmente atento a la labor organizativa en sí misma. Que me disculpen los miembros de la organización que sé que han trabajado de lo lindo. Yo no iba a una concentración, iba a ver a mis amigos y me daba igual que me diesen de comer un bocadillo o aquel despliegue que nos pusieron sobre la mesa. De todas formas, agradecer a Elvis Micot y al resto de los componentes del equipo organizador el trabajo realizado. A las 18:30 ya no podemos más y nos vamos a descansar al hostal. Todavía queda Vespaniada por delante y hay que darle algo de descanso al cuerpo y a la mente. Al recoger la Vespa veo un par de gotas de refrigerante en el suelo..., comentándolo con el fenomenal sevillano Antonio Carrero, me dice que puede ser que la bomba de agua esté pidiendo un cambio. 
En el hostal caigo rendido en la cama. Se agradecen especialmente estos descansos. Veo la televisión un rato, me comunico con la familia y me quedo traspuesto algo menos de una hora. Me levanto despejado, me doy una ducha, me visto y me reúno con Miguel para irnos a cenar con el resto de la "tropa" por el entorno de la Plaza Mayor. Fue un modo diferente de desarrollar la cena a base de vales para bebida y pincho. No me disgustó. Empezamos a recorrer la plaza en el sentido de las agujas del reloj y, poco a poco, nos íbamos reuniendo más amigos y conocidos. Empezó el concierto previsto por los organizadores pero entre la lluvia que volvió a hacer acto de presencia y el estómago lleno de pinchos y cañitas de rica cerveza, el sopor se hizo dueño de nuestras psiques y comenzamos a despedirnos de todos aquellos que pudimos encontrar y/o localizar. Me quedó lástima de no haber podido despedirme de muchos y quisiera, desde estas líneas, decirles que me ha encantado volver a verlos y que me han dado un fin de semana maravilloso.
Al llegar al hostal dejo preparado casi todo el equipaje. Siempre cuesta un montón volver a colocar todo en el sitio. ¿Cómo demonios metí esto en las bolsas antes de salir de Vigo?. Un misterio. 
A dormir que mañana hay una buena panzada de kilómetros.
DOMINGO 29 DE MAYO
Nos levantamos sin prisa. He tenido algunas molestias al principio del sueño pero no he dormido nada mal. No tenemos pensado asistir a los actos de la mañana (bendición de las Vespas, ¡aunque a la mía no le vendría nada mal! y una ruta con visita).
Desayunamos con calma acompañados por un amable portugués que también se alojaba en el hostal. Teníamos pensado hacer el regreso por Portugal, por carreteras generales y secundarias pero, después de ver la previsión del tiempo y de hablar con nuestro colega portugués, decidimos que la mejor opción es regresar por donde hemos venido. 
Pagamos ( la buena de la señora se equivocó y solamente nos cobró una noche de alojamiento, aunque al cabo de unos días quedó subsanada esa anomalía), vamos a comprar unas tortas del Casar para llevar a casa, recogemos (previa inspección rápida de lo básico) a las "chicas", las cargamos, nos despedimos del simpático José Mota ( nuestro vecino portugués, que nos aseguraba que no tenía nada que ver con el "comediante espanhol") y enfilamos la carretera no sin, yo por lo menos, algo de pena. Eso, para mi, siempre es señal de haberlo pasado bien. Nos queda por delante una buena jornada de carretera y, nada más salir de Plasencia, tenemos que parar a enfundarnos en los trajes de agua. Empieza a llover. Para a nuestro lado un coche de la Benemérita para interesarse por nuestra fortuna. Todo en orden. Gracias por el interés, no solamente están para multar cómo muchos piensan. Arrancamos de nuevo y al poco tenemos que refugiarnos en una gasolinera, concretamente en el túnel de lavado, para escapar del aguacero brutal que estaba cayendo.
Refugiados del aguacero en un túnel de lavado

A veces las conversaciones más agradables tienen lugar en los sitios más insospechados. ¡De todas formas viajar con Miguel siempre es muy satisfactorio!. Aprovechamos para repostar y viendo que mejora algo el tiempo, arrancamos. Ahora sí. Pasamos Salamanca sin más novedad que el tedio de la autovía, alcanzamos Zamora y decidimos parar a comer. ¡Otro aguacero memorable!, ¡menos mal que este nos pilla a buen recaudo!. Comimos bien, con buenas viandas y buena conversación. Retomamos la carretera, nos liamos algo en las afueras de Zamora para volver a tomar la N-631. Nos cae encima una granizada tal, de una duración e intensidad tan brutal, que nos obliga a detenernos debajo de un puente. Las piedras de granizo eran tan grandes y caían con tal fuerza que el dolor al impactar en las piernas era insoportable, al igual que el ruido en el casco y la nula visibilidad. Pasada esta tromba de granizo retomamos la búsqueda de la N-631. Esta es una carretera, para mí, estupenda. Tiene un firme magnífico, un tráfico casi inexistente, discurre por algunos enclaves francamente bonitos ( el paso sobre el embalse de Ricobayo y su entorno es espectacular, igual que la zona del paso sobre el río Tera) y te permite, haciendo una velocidad media alta, escapar de la monotonía de la autovía ( además de ahorrarnos unos cuantos kilómetros). A la altura de Otero de Bodas mi amiga, la alergia primaveral, hace acto de presencia. Creí que me había librado de ella. No me molesta demasiado pero me deja los ojos muy irritados. Al cabo de media hora van remitiendo los síntomas (aunque los ojos los he tenido rojos hasta pasados dos días). Enlazamos nuevamente con nuestra más que conocida A-52 un poco antes de Mombuey. De nuevo "piloto automático" y a quemar kilómetros. ¡Estas GTS las pones a 120 de marcador y te llevan al fin del mundo!. Vamos notando el cansancio acumulado desde el viernes, las tensiones de las semanas previas al viaje y las ganas de llegar se hace muy evidentes.
Paramos a repostar, creo recordar, en A Gudiña y comentamos, no sin cierto asombro, la diferencia con el "paisanaje" de otros lugares de nuestro país... dejemos el tema ahí.
A partir de ahí es casi un sprint hasta casa. El tiempo ha mejorado mucho desde la salida de Zamora, luciendo el sol y con una temperatura muy agradable aunque con un viento que, por momentos, se hace algo pesado. El siguiente repostaje lo hacemos antes de llegar a Ponteareas en donde aprovechamos para despedirnos, siempre con algo de nostalgia.
La despedida. ¡Hasta la próxima!

Poco a poco nos vamos acercando a casa y ¡siempre me pasa lo mismo!. Sentimientos encontrados de "quiero llegar ya" o "esto podía durar un poco más". ¡Qué bueno!. Creo que si siempre pienso así es que la cosa ha ido muy bien, ¿verdad?. Al llegar al alto de Puxeiros, Miguel se desvía con dirección Baiona y yo continúo hacia Vigo Centro. Esa sensación de estar parado en el primer semáforo de la ciudad, sucio, cansado, encorvado sobre el manillar por los cientos de kilómetros que llevas hechos, la Vespa sucia de polvo, salpicaduras y restos de insectos, rodeado de coches impolutos cargados con familias "vestidas de domingo", no tiene precio. Bueno sí lo tiene, ¡es el precio de la libertad!..., o de algo muy próximo a ella.
Ya, para terminar, solamente me queda repetir mi agradecimiento a todos aquellos que hicieron posible que pudiese asistir a esta ¿última? Vespaniada: a mi querido camarada y hermano de carretera Miguel, a mi familia por animarme y, por supuesto, a todos aquellos y aquellas que habéis hecho de esta y de todas las Vespaniadas, algo que permanecerá en nuestros corazones por siempre. Un recuerdo, desde aquí, muy especial para todos aquellos amigos de años que no pudieron asistir: Goyo, Pere, Javier Herrera, Jaime, etc...
¡Hasta la próxima!



martes, 28 de julio de 2015

Preparación para la Xª Vespaniada!!!

MARTES 26 DE ABRIL
Quedan 30 días para la Xª que se celebrará en Plasencia (Cáceres) y el estado es el siguiente:

La Vespa:

Necesita un cambio de aceite de motor y cubo de la transmisión, así como del filtro de aceite.
Hay que limpiarle el filtro del aire y el filtro del aire de la transmisión.
Hay que cambiarle la pinza de freno trasera ( "averiada" desde hace unos... ¡30000 km!)
Aprovechando el cambio de la pinza de freno trasero, revisar el estado de las pastillas, incluso las delanteras, aunque creo que están bien.
Nada del otro mundo.Un buen lavado y a rodar!!!

El que pilotará la Vespa:

Esto ya es más complicado. Hace un par de semanas me ha aparecido un problema en el músculo infraespinoso derecho lo que me provoca un dolor sordo y continuo que me impide, prácticamente, conducir cualquier tipo de vehículo al afectarme seriamente al omóplato y al brazo de ese lado. Llevo un par de sesiones de fisioterapia y parece que empieza a mejorar. Este próximo jueves, día 28, tengo la tercera sesión. en función de esta y de la siguiente, tendré que tomar la decisión de asistir a la Vespaniada o no....aunque yo creo que sí podré ir.

Del resto, está todo preparado. La ruta planificada y metida en el GPS, alojamiento reservado e inscripción hecha.

...empiezo a notar un cierto nerviosismo...qué bueno!!!

JUEVES 28 DE ABRIL


Hoy nueva visita al "fisio" a primera hora de la mañana. Sesión de "machaque" a la que me ha sometido. El problema persiste, aunque va mejorando lentamente ( ya soy capaz de hacer unos 10 minutos agarrado al manillar sin retorcerme de dolor). Me duele pero a niveles soportables.
Ha llegado la pinza del freno trasero nueva. Mañana viernes se instalará y se hará el resto del mantenimiento que falta: aceites, filtros y pastillas (esto último si fuese necesario).
Está visto que por la GTS pasan mejor los años que por mí!!!, jajaja!!! 

VIERNES 29 DE ABRIL
¡Al final esto se empieza a parecer a un diario!. Son las 20:30 y hace una hora he recogido la GTS en el taller. Han cambiado la pinza de freno trasera (...desde el 14-12-2012 se había probado con otra bomba, otro disco, otro soporte de disco...a nadie se le ocurrió cambiar la pinza. ¡En fin!) y ahora parece que va bien. He hecho un recorrido urbano de un cuarto de hora utilizando, casi exclusivamente, el freno trasero y, por ahora no hay ni un sólo síntoma de bloqueo o endurecimiento de la maneta. El tiempo dirá si ha sido la solución o no. Además he aprovechado ya para cambiar el aceite del motor y su filtro y el aceite de la transmisión, con lo que, a falta de limpiar los filtros de aire que haré yo, ¡la Vespa queda lista!. 
Con respecto al "piloto", las molestias del omóplato-hombro-brazo parece que evolucionan bastante bien ( hoy he estado prácticamente todo el día sin molestias) aunque han aparecido unas molestias estomacales-abdominales seguramente fruto de mi elevado grado de hipocondría sumado al estrés de las últimas semanas. Ahora estoy más relajado y muy animado. ¡Quedan 27 días!

DOMINGO 1 DE MAYO
Hoy no tenía previsto salir con la GTS. Tenía otras obligaciones matinales ( ponerle comida al gato para unos cuantos días...¡no es coña!, ¡lo que ocurre es que el gato está a 17 km de ida y otros tantos de vuelta!). No tenía previsto, decía, salir con la GTS, pero me he dado una vueltecita por autovía para probar que tal funciona todo de cara al viaje. Las sensaciones han sido positivas: un poco ruidosa la transmisión, o eso me ha parecido y el freno trasero que está un poco esponjoso, aunque sin el menor signo de agarrotamiento, bloqueo o endurecimiento. Minucias. Tengo un tramo de "control" del corte de inyección y esta mañana lo ha superado por mucho con respecto al máximo que tenía registrado. Quienes sepan a qué velocidad corta la inyección una GTS 300 "normal", ¡ya se pueden hacer una idea de por dónde van los tiros...!. En cuanto al "piloto" poco hay que comentar. Las molestias gastro-intestinales-abdominales parece que remiten, al igual que las del omóplato-hombro-brazo. Solamente esta primera mitad de la tarde me ha dado algo la lata el brazo aunque ha ido mejorando conforme han pasado las horas. Ayer sábado muy bien todo el día, prácticamente sin notar ningún tipo de molestia. ¡Todavía hay esperanza!. ¡25 días! (¡el fisioterapeuta ya puede espabilar!).

LUNES 2 DE MAYO
¡Esto parece que mejora!. Hoy por la tarde he tenido que hacer 90 km, por obligaciones familiares y las sensaciones han sido muy buenas. Del total del recorrido, el 90% ha sido por autovía y el resto por una comarcal de muy buen asfalto y trazado más o menos conocido. ¡La GTS se ha portado mejor que bien!, tanto es así que, para no tentar a la suerte, ni a la DGT, he tenido que ir "cortando gas" en muchos momentos...
Lo que comentaba de la transmisión ruidosa el domingo no lo he notado ayer. Posiblemente fuese ruido aerodinámico ya que el domingo iba con un casco "jet" y ayer llevaba uno cerrado. El freno trasero bien, algo esponjoso pero bien. Lo que sí está pidiendo a gritos desde hace tiempo es un nuevo amortiguador delantero. ¡Por ahora hay que conformarse con este!.
En cuanto al "piloto" las sensaciones también han sido buenas. Mejor dicho, muy buenas. Olvidé llevar la faja y, aún así, no he tenido molestias que reseñar (el recorrido de ida y vuelta fue de una hora y diez minutos). Solamente a partir de los cuarenta / cuarenta y cinco minutos de recorrido pude notar, en algún momento, una ligera molestia en el brazo derecho. Reseñar que llevo puesto un brazalete de los que se usan para tratar la epicondilitis (el "codo de tenista") en el antebrazo derecho desde hace un par de días y, no sé si tendrá algo que ver, voy bastante mejor. En cuanto al estómago, me sigue molestando algo, está un poco revuelto. No sé si será algo de tipo vírico o, simplemente, nervios de todo el conjunto de "historias" de las últimas semanas. ¡Sigo viendo la luz al final del túnel! ( soy un poco exagerado, ¿verdad?, jajaja!!!). ¡Quedan 24 días!

JUEVES 5 DE MAYO
Hoy he tenido una sesión realmente "dolorosa" con el fisioterapeuta. La recuperación va bien aunque lenta. La mejora con respecto a la semana pasada es muy clara pero, supongo que fruto de "manipular" músculos, tendones y similares, a veces parece que hay un retroceso ( es una falsa sensación pero ahí está). Con respecto a las molestias gastrointestinales, esta mañana he ido a visitar a nuestra doctora de cabecera y me ha dicho que todo apunta a una gastroenteritis vírica... ¡es que no acabamos!. Una semana a dieta blanda.
En cuanto a la GTS no hay nada que reseñar. ¡Va bien y espero que siga así por mucho tiempo!.
Esta mañana me han visitado mi camarada Miguel y su esposa Susana. Hemos estado tomando un "algo" y charlando, entre otras cosas, del viaje. Si no fuese por las molestias en general que tengo, estaría saltando de impaciencia a la espera de que llegue el día 27...
¡Salud!. ¡Quedan 21 días!

VIERNES 6 DE MAYO
Estoy empezando a preocuparme seriamente. Este malestar general, de estómago y febrícula se mantiene. Me desespero fácilmente cuando me encuentro enfermo por más de dos o tres días y ya llevo ocho...
Además, la sesión de fisioterapia de ayer me ha dejado peor de lo que estaba. Llevaba toda la semana muy bien y ayer algo sucedió que tengo la sensación de haber retrocedido casi al principio...
Estoy bastante desanimado. Esperaré a ver como paso el fin de semana, en general, para ver si vuelvo al médico la semana que viene.
La GTS, evidentemente, mucho mejor que yo...
Quedan 20 días y lo veo muy en el aire...

MARTES 10 DE MAYO
Hola de nuevo. No, no me ha pasado nada grave ni he desaparecido del mapa!. Simplemente he estado intentando recuperarme, en general, durante el fin de semana y, sinceramente, tampoco tenía muchas ganas de escribir. Vamos por partes:
La GTS: sigue todo correcto. Ayer y hoy por la mañana, no se ponía en marcha manteniendo agarrada la maneta derecha del freno y pulsando el botón de arranque. Tranquilidad. Estoy aprendiendo a tomarme las cosas con tranquilidad!, jajaja!!!. Esta mañana he estado echando un vistazo al esquema eléctrico general y he intuido que el interruptor de la luz de freno en la maneta hace las veces de interruptor para permitir poner en marcha el motor cuando esta está presionada. Si eso es así, pensé y está fallando ese interruptor, tampoco debería encenderse la luz de freno al apretar la maneta derecha. Bingo!. Después de un buen rato apretando y soltando la maneta ( unos 5 minutos) ha empezado a funcionar de nuevo. Lo achaco a que desde que me arreglaron el freno trasero no estoy utilizando, o muy poco, el delantero, con lo que supongo que se habrá ensuciado algún contacto. Se me presenta un pequeño dilema a estas alturas de cara al viaje. Tengo montado, ahora, el escape de serie, esa especie de bandurria de hierro fea a rabiar... Tengo reparado el escape Turbokit que me gusta, estéticamente, infinitamente más que ningún otro. Su sonido también es muchísimo más "rotundo" y "redondo" que el de serie. No sé si volver a montar el TK o dejarle puesta la "bandurria"...Ya veré y contaré!. Me faltan por limpiar los filtros de aire, cosa que espero hacer allá por el día 21.
El "piloto": ahí andamos, unos días mejor, otros "menos mejor". El fin de semana lo he pasado algo tocado con la maldita gastroenteritis vírica. Tanto es así que esta mañana he vuelto a la consulta de nuestra médico de cabecera. Me ha recetado unos polvos probióticos y a esperar unos días a ver que efecto hacen. Con esta historia de la gastroenteritis se me está quedando "tipo fino"!. ¡He adelgazado más de 2,5 kg en 12 días!. Por el lado de las molestias de omóplato-hombro-brazo, decir que va algo mejor, ¡aunque sin que sea para lanzar cohetes!. Fundamentalmente, las molestias se están reduciendo y concentrando en el antebrazo ( a diferencia de hace unas semanas en que estaban extendidas por toda la zona) y se manifiestan en forma de punzada continuada aunque soportable. Nada que ver con el dolor que sufría hace un mes. Este jueves volveré al "fisio" y espero que sea la última sesión. Por lo demás nada que reseñar. ¡Faltan 16 días!
¡Rutómetro preparado y cargado en su soporte!

JUEVES 12 DE MAYO
¡Saludos!. Aquí estamos un día más. No ha habido demasiados cambios desde el martes. He vuelto al "fisio" esta mañana y le he comentado que la sesión del jueves pasado supuso un retroceso en el proceso de recuperación. Ha estado trabajando durante una hora el músculo infraespinoso ( el que concentra casi todo el problema), las cervicales (aplicando corriente) y el antebrazo derecho. He salido mejor hoy de la sesión que el jueves pasado. En cuanto al sistema digestivo, creo que va mejorando. Poco a poco voy regularizando las comidas, ya no me siento con el estómago tan revuelto como la semana pasada y la diarrea parece que ha remitido. En cuanto a la GTS, nada que decir, ¡menos mal!.
¡El ánimo mejora un poquito!
¡Quedan 14 días!
P.D. Muchas de las cosas que me están sucediendo, en lo que se refiere a la salud, tengo la firme convicción de que provienen de las propias tensiones nerviosas que yo mismo me genero. Por lo tanto, he decidido no pensar más en el viaje, ni en la GTS, ni en nada que no sea realmente importante, hasta el día antes de partir hacia Plasencia. Si no hay algo muy importante que contar, lo próximo que podréis leer en el blog relativo a este viaje será el relato de cómo nos ha ido. ¡Hasta la vuelta!

sábado, 25 de julio de 2015

La VII Vespaniada. 2012 - Hellín (Albacete)



      Siento, tengo que confesarlo, una gran debilidad por los viajes en general y, por los hechos sobre 2 ruedas, en particular, aún siendo consciente de que hoy en día han perdido parte de su carga “heroica”, de su cierta dosis de “sufrimiento”, que se aúnan con decisión, afición y convencimiento, aderezado, eso sí, con una pizca de arrojo (por no llamarlo locura).
Reconozco que la sola idea de comenzar a planificar, aunque sea mínimamente, un viaje, me recompensa casi tanto como la realización del mismo.
Y este viaje no iba a ser menos. En principio no tenía pensado hacerlo.
El Eurovespa de Londres tenía que ocupar su lugar en la futura memoria viajera de éste que escribe pero diversos problemas, apuntillados por un poderoso motivo personal, que no viene al caso, me hicieron desechar la visita a la capital de la Pérfida Albión. 
No podía, ni quería, quedarme sin una buena ración de kilómetros y amigos este año, así que fue tomando fondo y forma la asistencia a la Vespaniada de Hellín.
El planteamiento mezclaba una cierta dosis de escapada de lo cotidiano (algo que debería ser obligatorio de necesidad cada cierto tiempo), con las ganas de ver, nuevamente, a muchos amigos a los que hacía tiempo que no les echaba el ojo, al tiempo que ponía voz y cara a muchos otros y otras asiduos de Vespania y una pizca de desafío. Me explico. 
La mayor distancia que, quien suscribe, había realizado, en una única jornada, sobre una Vespa, eran los 880 kilómetros que separan Candasnos, en Huesca, de mi casa en Vigo (vía Zaragoza, Tarazona, Soria, Aranda de Duero, Palencia, Benavente). Esta travesía la hice dos veces. Una primera vez en el año 2005, en solitario, al regreso del Eurovespa de Klagenfurt (Austria) y, una segunda vez, dos años después, al regreso del Eurovespa de San Marino, las dos veces sobre una PX 200. Trataba el desafío de averiguar hasta dónde llega, o puede llegar el binomio máquina/ piloto en una sola jornada, sin cometer excesos estúpidos, claro!. La conclusión, al final.

Lista, casi, para viajar

Con estos planteamientos sobre la mesa me planto en una semana antes de la partida. 
El primero de los preparativos, evidentemente, es la revisión de la Vespa y aquí no puedo más que fruncir el ceño al recordar el resultado de esta revisión que, en principio rutinaria, acabó por amargarme bastante el viaje. No voy a entrar en una estéril búsqueda de responsables del fallo, clamoroso, del conjunto del variador, fallo que se podía haber evitado... El caso es que el estado en el que funcionaba la transmisión no permitió, en ningún momento del viaje, superar los 120 km/h de marcador (aproximadamente 108 km/h reales). La causa se encontró días después de mi regreso al desmontar nuevamente el conjunto de la transmisión y encontrar el casquillo que va entre el eje del cigüeñal y el variador soldado a éste último. Bueno, eso ya pasó, no quiero removerlo más. El resto de la revisión tampoco fue totalmente correcta pero dejó, además de mi bolsillo limpio, a Toscanina, según me aseguraron, lista para viajar. ¡Ni de broma!. 
Del resto de los preparativos nada que destacar especialmente. El atuendo habitual (con revisión de costuras, limpieza, estado de cremalleras y poco más), los contenedores de equipaje habituales, etc.
El clima tampoco acompañaría, así que con la Vespa medio tocada de transmisión y el equipaje colocado, me encuentro a las 9:30 de la mañana del viernes 20 de abril enfilando la Avenida de Madrid y con 911 kilómetros por delante. Para más inri , el día anterior, se había quemado (literalmente) el cable de alimentación del GPS, por lo que viajaría con él apagado, encendiéndolo solamente, al aproximarme a Madrid y a Hellín. ¿La causa de que se "quemase" el cable?. En el taller habitual, en aquel momento, montaron los cables con la polaridad invertida-sin comprobarlo- lo cual provocaba que todos y cada uno de los cables que probaba se achicharrasen ( me cargué unos cuantos de compañeros de trabajo...¡os pido perdón!).
La cansina y pertinaz lluvia, que tan bien conocemos los del norte, me acompañó, sin demasiado entusiasmo todo hay que decirlo, hasta pasado Orense, siendo sustituida desde ahí y hasta el punto de destino, por un fuerte, obstinado y racheado viento, por suerte, ligeramente de cola. La lluvia no me gusta pero llego a soportarla, pero el viento consigue ponerme de mal humor.
Realmente no tengo demasiadas incidencias que contar del viaje en si. La GTS es cómoda, muy cómoda y, salvo la falta de rendimiento del conjunto de la transmisión, el viaje fue bastante rápido y placentero, con unos consumos bastante contenidos, teniendo el cuenta el viento y la transmisión, del orden de los 4/ 4,2 litros cada 100 kilómetros ( en buenas condiciones ronda los 3,7 / 3,9 litros cada 100 kilómetros).
Paré a comer en Villacastín, tuve que perseguir un ticket del peaje que salió volando por la explanada de acceso a la AP-36 (al final conseguí ponerle el pie encima, jejeje!), llamé a mi casa para decirles que me encontraba entre Pinto y Valdemoro (realmente es que me aburría y recordé el chiste) y a las 19:15 me encontraba aparcando en el recinto de la reunión. No está nada mal para esta Vespa!. Lo primero que se me pasó por la cabeza al aparcar en Hellín es que si tuviese que hacer 200 kilómetros más, los haría sin ningún problema (bueno, ese es el siguiente reto...).

De izqda. a dcha.: Pere, Goyo y un servidor

Al primero que vi fue a Pere..., después a Sergio, a Goyo, a Javier, a Carlos, a Mamu, a Jaime, etc, etc. Si no fuera por que tenía que dejar el equipaje en el hostal ya me hubiese quedado allí después de inscribirme. Al tener tan poquitas horas para reunirte con esta gente magnífica quieres, lógicamente, aprovecharlas al máximo.

Mítica foto: Sergio, Antonio, Alfonso, Yo y Raúl
 
Dejé el equipaje en el hostal, me duché con agua fría...(después me enteré de que los grifos funcionaban al revés...) y me reuní, nuevamente, con los de antes y algunos más. 
La compañía de buena gente es, infinitamente, más poderosa que el cansancio. Con esto quiero decir que el poquito de cansancio que tenía (¡qué cómoda es la GTS...!) desapareció al reencontrarme con unos y con otros en el picoteo que nos brindó la Organización.

¡La compañía de buena gente hace olvidar el cansancio!: Javi "Pontedera", Diana y Jaime "109". 

A una hora bastante decente me acosté.
El día siguiente, sábado, venía completito y cargado de cosas buenas. 
Después de la ducha, el desayuno de rigor y la comprobación de niveles (en ciudad gasta bastante aceite pero en carretera ni gota...!) repostaje y caminito del recinto para la salida en grupo.

En el parque cerrado de Hellín

 Esta fue una experiencia fantástica, tanto por el recorrido, la compañía, la organización y...ese almuerzo con que nos deleitaron a las 11 de la mañana!!!. Que grandes!!!.
¡Esto, entre pecho y espalda a las 11 de la mañana!

 Durante el almuerzo tuve el inmenso placer de conocer a Antonio Veciana. Si, iba preparado a la Vespaniada con “su” libro, ¡cómo no!.
¡Con Antonio Veciana!

 La ruta, repito, fue espectacular, sobre todo, el tramo del rio Mundo.
Siguiendo el recorrido del río Mundo. ¡Espectacular!

 La parada para comer a una hora absolutamente adecuada ( después del almuerzo de las 11...) y, no me canso de repetirlo, la compañía, la organización y la comida, perfectas. De regreso a Hellín aproveché para descansar un poco en el hotel, ducharme y prepararme para la cena.
Monumento a la Vespa con "side" de "Amanece que no es poco". En Ayna.

 Esta fue otra “bestialidad”, evidentemente en el buen sentido de la palabra!. Perfectamente organizado el aparcamiento, las viandas, el sitio... y como colofón las palabras emocionadas de Antonio Veciana, el recuerdo de Santiago Guillén...
La entrega de trofeos, a los postres, comenzó a marcar el final (para algunos el principio) de aquella velada magnífica. No voy a entrar en detalles sobre el premio al participante más lejano...ejem.

¡La de cosas que podría contar la PX de Pere!

Me despido de todos los que puedo ya que al día siguiente arreo carretera y manta de vuelta a casa.
Al llegar al hotel el problema de todos los regresos: ¿cómo guardo todo esto en las bolsas?. Allá cómo pude apañé todo el equipaje dejándolo dispuesto para el día siguiente.
Toca diana temprano, el ritual de siempre y, casi sin darme cuenta, a las 09:30 de la mañana, ya estoy rodando otra vez. Hasta Madrid se me hace un suspiro el viaje y, un suspiro, es lo que duró lo que quedaba de batería al GPS. Justo feneció entrando en uno de esos túneles de la capital que se hacen interminables. Lógicamente me perdí. Salí del túnel como pude, busqué algún sitio para preguntar, encontré una gasolinera y, al cabo de media hora, volvía a estar en marcha. Paré en el Guadarrama a comer y depósito a depósito me fui acercando a casa a la que llegué a las 19:30. ¡No está nada mal 925 km en 10 horas!.
El año próximo el Eurovespa es apetecible (¡cómo casi todos!) pero es que me ha quedado tan buen sabor de boca (igual que en la primera de Toledo) que me estoy planteando asistir a más Vespaniadas. ¡Ya veremos!.
¡A los organizadores y a los asistentes un 10!. 
Me he traído un gratísimo recuerdo de todos vosotros, a los que ya conocía y a los que he puesto voz y cara y eché mucho de menos a los que me faltaron...
P.D. la conclusión del desafío del principio: ¡si el año próximo viajo al Eurovespa os la contaré, jejeje!

Recorrido de ida y vuelta



Más fotos en el siguiente enlacehttps://picasaweb.google.com/112495234450006658073/VESPANIADA2012HELLINALBACETE